El regalo perfecto

Día de la madre, Mother´s Day, The perfect Gift, El regalo perfecto... puff...

Qué es lo que en realidad quiere una mamá?. Me lo pregunté por años. Qué le gustaría?, Qué necesita?, Qué quiere? Cuál es el regalo adecuado, por no decir perfecto?

Seguramente jamás acerté y quizá debería incluir esta ocasión ...

Hoy soy mamá, de un niño de 2 años y medio. 

Él todavía no se stresa por qué me regalará

No tengo idea de si cuando crezca esperaré un regalo o no

Ni siquiera sé si a él le importará darme uno o será despistado

Lo único que sé es que por ahora todo lo que me interesa

es tenerlo a mi lado, poderlo tocar, sentir sus mejillas junto a las mías, escuchar su voz

verlo correr, escuchar sus carcajadas, sentir cómo aprieta mi mano cuando caminamos juntos.

Lo único que sé es que cuando me dice "mami te quero mucho mucho" se me derrite el corazón y me hago más consciente de que es un milagro tenerlo. 

Hoy le doy gracias a Dios por mi mamá y aún más por la bendición tan enorme de ser la mami de este maravilloso ser, Josué.

Resistir

Es muy fácil rendirse, aceptar que no puedes y soltar las riendas para que “pase lo que tenga qué pasar”, si los caballos de la carreta quieren descarrilarse por el camino es más sencillo “dejarlos tomar el rumbo que deseen” que tomar más firme la rienda y resistir la presión.

Muchas veces me he sentido tentada a soltar la rienda y “ver qué pasa”, muchas veces doy vueltas en mi mente y pienso que ya no dí con la salida a tiempo, es justo en ese momento cuando la tentación de abandonar es más fuerte cuando he sido provista de una salida y he podido soportar.

Es mi deseo que cuando tengas tales pensamientos, deseos o sensaciones presionantes recuerdes que fiel es el que prometió.

No nos ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tendtados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

1 Corintios 10:13

El que piensa estar firme, mire que no caiga

No sé si vaya ligado el “pensar estar firme” con el “caer” pero tengo algunas hipótesis al respecto.

Cuando piensas estar firme:

• dentro de ti piensas: “eso jamás me pasará”
• te consideras incapaz de pensar, hacer o decir ciertas cosas
• pierdes condición
• te crees mejor que los demás
• dejas de entrenar
• subes a alturas (pero sólo mentales) a las que nadie te llamó
• pierdes el equilibrio
• caes…

En realidad deseo estar firme, más no deseo creerlo del todo, anhelo una firmeza de la cual quizá ni yo sea consicente, no quiero acostumbrarme a un estado de confort y bienestar en el cual ni siquiera te das cuenta cuán bajo has caído.

1a Corintios 10:12