Fuera de ti: NADA

Mucho de esta vida es desear y desear, amontonar, conseguir, luchar, alcanzar.



Desde que eres niño eres entrenado para ello, deseas que llegue tu cumpleaños, la navidad y cualquier festividad que sea un buen pretexto para extender tu lista de deseos y conseguirla. En un abrir y cerrar de ojos ya eres un joven, en la universidad te entrenan para desear aún más! Te impulsan a desear, sí!: tener un buen empleo, posición, por supuesto sueldo! Tú sabes, eso te permitirá tener "todo"...sí todo lo que deseas. Muchos afirman que estar en una situación así "asegura" tu éxito, posición, fama, amistades, viajes por el mundo, popularidad... felicidad.



Qué descanso cuando cada día puedo estar consciente que, tanto en esta tierra como en el cielo sólo tengo a Dios y fuera de él no deseo nada más, en realidad todo sale sobrando y puedo ver que cada cosa que había deseado y que ahora poseo, en realidad no me da nada de lo que "prometieron" que me daría. Es muy lindo tener cosas, alcanzar sueños, pero piensa: todo es pasajero, limitado, terrenal. Mi único deseo real es Jesús. Él es eterno y fiel. Fuera de él todo parece tan superficial, tan vano, tan inútil, sin embargo él te ayuda a disfrutar las pequeñas cosas de la vida en una gran manera.



Gracias Señor por ser el único y mejor deseo que pueda tener en esta vida y en la eterna.




A quién tengo yo en los cielos sino a ti?Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Salmo 73: 25

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