Algo así me gustaría…

No sé si a los próximos padres se las hagan, pero la pregunta que a toda embarazada he escuchado que le hacen:

“…y qué quieres que sea…niño o niña?”.

En realidad no comprendo la común práctica de preguntar eso…si lo pienso detenidamente se me hace una pregunta sin sentido…no fue la mamá que puso el cromosoma “x” o el “y”, por lo cual no fue ella quien determinó el sexo de su bebé, ni siquiera lo que “quiera” recibir cambiará lo que ya es la vida que lleva dentro. En realidad quizá si tiene un sentido esa pregunta para quien la hace: saciar su curiosidad y por supuesto el saber por adelantado si obtuvo su deseo cuando el hijo nazca (como si el sexo de su hijo determinara algún grado de felicidad…extraño).

Otra cosa que se me hace tipo MITO es cuando una mamá cuenta “es que yo SABÍA que era niña” (si se fijan generalmente son madres de puros varones), también escucho esto: “de verdad que yo estaba SEGURA de que era niño y me molestaba tanto cuando me decían que mi panza parecía de el embarazo de una niña” (si nos fijamos son generalmente madres que anhelan desesperadamente un varón).

A no ser de que sus hijos sean un “proyecto genético” (que haya tenido un cierto grado de manipulación) o si lo “planearon” teniendo relaciones en las fechas probables para elegir el sexo (que de que se puede se puede), o si les ha sido revelado de una manera sobrenatural el sexo de su bebé… no creo en esos “sentimientos”. Una cosa es tener un DESEO, anhelo, haber pedido mucho al respecto y otra muy diferente es SABER.

Por cierto… si se fijan son pocas las mamás que admiten haberse equivocado (es más…me presentan a alguna?)… haber creído estar “seguras” de qué era, y tener esa sensación tan real de saber su sexo… y no era lo que esperaban (sí… es más fácil decir lo que se pensaba antes y que dio la casualidad, le atinaron o era su deseo). Además cuentan la historia ya cuando lo tuvieron, no se arriesgan a asegurarlo antes, cuando está en el vientre… raro.

Bueno, antes de que varias madres se me echen encima ASEGURANDO que ellas sí sabían…continúo. Cada quien su respetable historia, simplemente no les creo jaja.

Esta foto de bebés me pareció hermosa, dos bebés: niño y niña. La vuelvo a pegar… Si se trata de decir qué quisiera… pues algo así quisiera, sí… es mucho pedir? jeje.

En realidad me concentro más en pensar que fueran dos, no importa que fueran dos hombres, o dos mujeres. Tampoco la cantidad es importante, uno es suficiente, les comparto que como quisiéramos 4 hijos y las probabilidades físicas indican que eso será complicado (por mi) quizá por eso me dejo llevar, pero Cantidad no garantiza Calidad.  Ah eso sí! me gustarían más alegres, más sonrientes!, están como muy serios y tensos jeje. Mi pequeño siempre andaba sonriendo a esta edad.

No sé de quién sean hijos, encontré esta foto en la web. Aún si fueran así de serios se me harían monismos, finalmente todos los hijos han de ser diferentes. Obviamente si tengo sólo uno igual tendremos mucha alegría y amor. Sea hombre, sea mujer, cuates, gemelos, triates (ayyy…aquí sí me temblaron las piernas)…

Volviendo a la pregunta “qué quieres que sea…niño o niña?”… me resulta normal escucharla de personas que aún no son padres o madres…cuando uno no ha vivido lo que es la paternidad no tiene NI LA MENOR IDEA de qué se trata todo esto…pero me resulta bastante extraño escucharla en personas que ya tienen hijos…

Acaso no es lo que todo padre pide que esté bien, sano, completo, bien formado, que tenga una vida plena? Se vale pedir su sexo, cantidad y demás detalles físicos, pero a mi parecer es algo irrelevante, incluso cuando se tengan motivos muy convincentes para querer uno sobre otro.

Importa si te nace un niño o una niña?! Claro que no! simplemente los amas. Tener un hijo ha sido una de las grandes bendiciones de mi vida. Es varón, lo mismo hubiera sido si hubiera sido mujer, la hubiéramos amado.

Finalmente qué importa lo que yo quiera? Dios nos conoce mucho más y sabe lo que conviene para nuestros hijos, si es un niño, si es una niña, si son dos niños, dos niñas, o un niño y una niña…u otra cantidad!. No me considero más lista como para jugarle a la mutador genética.

La vida que llevo dentro es amada desde antes de nacer.

La vida que llevo dentro está siendo formada por algo más poderoso y sobrenatural que mi propio organismo. Ya tiene propósito eterno.

Su embrión está siendo visto por el creador y se está encargando de todo detalle.

La próxima vez que me pregunten qué quiero me gustaría enviarlos a leer esto, aunque podría resumir: “Quiero lo que Dios quiera”.

Podremos tener miles de ideas y preferencias, de teorías y sugestiones respecto a lo que “nos conviene más” pero finalmente Él nos conoce mejor, sabe nuestras capacidades, nuestras limitaciones, sabe qué podemos cuidar mejor, así como formar y educar para Él.