17. Cuando un problema se presenta, lo mejor es ADELANTARNOS a él. Estar más preparados, ir más delante, orar más, leer más, ayudar más, estar más dispuestos.
—¿Qué voy a hacer con este pueblo? ¡Sólo falta que me maten a pedradas!
5 —Adelántate al pueblo —le aconsejó el Señor—
Al ir más delante abriremos paso a nuestros hermanos y a los que vienen detrás de nosotros, a la siguiente generación.
Amalec hace su aparición y a partir de aquí siempre que se menciona es enemigo de los israelitas, el primer obstáculo camino a la tierrra prometida. Recordemos esto porque siempre que se mencionen los “Amalecitas” es una figura del mundo, del pasado, los deseos carnales, pecaminosos, hábitos, la vieja manera de vivir…
«El Señor es mi estandarte».16 Y exclamó: «¡Echa mano al estandarte del Señor! ¡La guerra del Señor contra Amalec será de generación en generación!»
Qué ventaja y alivio es saber quién es nuestro estandarte. Mantengamos firmes nuestras manos en alto, levantemos las de nuestra cobertura cuando se sientan débiles y seguramente ganaremos la batalla, cada generación debe pelear y ganar la suya.
18. Qué consejo tan sabio dio el suegro de Moisés y tan oportuno. Palabra de sabiduría. Es muy hermoso contar con ese tipo de ayuda en un momento donde el trabajo, la carga es muy pesada. Siempre una mano de ayuda, una persona confiable en la cual poder delegar responsabilidad, será una enorme bendición. Dios nos permita ser esa clase de gente, que en lugar de ser una carga para sus siervos, sea una ayuda. Me gusta la humildad de Moisés al permitirse escuchar un consejo y además para no sentirse tan importante o indispensable como para creer que podía hacer todo y delegar.
19. Dios quería un encuentro con su pueblo, que estuvieran preparados, una boda. Siempre ha querido un encuentro. Debemos estar preparados, consagrados, limpios. Él vendrá y si estamos preparados podremos verle.
—Ve y consagra al pueblo hoy y mañana. Diles que laven sus ropas11 y que se preparen para el tercer día, porque en ese mismo día yo descenderé sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo.
De lo contrario no.
20. La codicia…
Es mucho más allá de lo que podamos pensar… no podemos darnos el lujo de codiciar la casa de nuestro hermano, si familia, su posición, sus pertenencias, nada. Cada quien es bendecido conforme a su trabajo y la provisión del Señor. Cuando leo esto en los 10 mandamientos me doy cuenta de su gran importancia, sobre todo porque al codiciar, no tenemos un corazón AGRADECIDO por lo que nos toca, ni existe CONTENTAMIENTO en nuestro corazón, sino comparación.
17 »No codicies la casa de tu prójimo: No codicies su esposa, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su burro, ni nada que le pertenezca.»
No nos hagamos ídolos de nada. Ni de oro, ni plata, materialistas o codiciosos.
Mejor ofrezcamos un altar de tierra…
Fuimos hechos de tierra…
Qué mejor altar que nuestra propia vida?
"Ustedes mismos han oído que les he hablado desde el cielo.23 No me ofendan; no se hagan dioses de plata o de oro, ni los adoren.24 Háganme un altar de tierra, y ofrézcanme sobre él sus *holocaustos y sacrificios de *comunión, sus ovejas y sus toros. Yo vendré al lugar donde les pida invocar mi *nombre, y los bendeciré.
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