Comentando Génesis 47-50

En cierta manera Jacob reconoció “el peregrinar” de sus antepasados, y dijo que no eran comparables. Qué tantas cosas pasarían por su mente cuando dijo esto:

47.

—Ya tengo ciento treinta años —respondió Jacob—. Mis años de andar peregrinando de un lado a otro han sido pocos y difíciles, pero no se comparan con los años de peregrinaje de mis antepasados.

Me gusta que José no se “engolosinó” comprando territorios, sino que tuvo el corazón y respetó a los sacerdotes.

22 Los únicos terrenos que José no compró fueron los que pertenecían a los sacerdotes. Éstos no tuvieron que vender sus terrenos porque recibían una ración de alimento de parte del faraón.

Jacob le pidió que lo enterrara en su tierra, junto a Lea, no es extraño? Habiendo amado más a Raquel? Considero que fue por donde fue enterrada y por muchas razones más…

El libro “La verdadera Historia” (de Editorial Vida), resume esto muy bien:

Jacob murió a la madura edad de 147 años. Antes del último día, reunió a sus hijos para bendecirlos, para pronunciar su futuro, y darles responsabilidades a seguir. No todos los hijos recibieron lo que querían. Rubén, por ejemplo, fue reprendido por un acto sexual anterior del que, no cabe duda, había tenido la esperanza que su padre no se acordara. Las últimas palabras de Jacob predijeron que algunos de sus José: De esclavo a alto dignatario del faraón. Hijos y sus descendientes experimentarían éxito, otros tiempos difíciles. Jacob adoptó a los dos hijos de José, Efraín y Manases, como suyos propios, lo que le permitió a Jacob darle una doble herencia a José, que por su temperamento había ganado su confianza y confidencia.

48.

Al parecer Jacob hizo lo mismo con los hijos de José, dar la bendición al menor y no al mayor…

  —¡Ya lo sé, hijo, ya lo sé! También él gestará a un pueblo, y llegará a ser importante. Pero su hermano menor será aún más importante, y su descendencia dará origen a muchas naciones.

49.

Ah…qué hermoso, después de tanto vagar tener una bendición así de su padre, superó muros, obstáculos, ataques, pero nunca perdió su firmeza.:

22 »José es un retoño fértil, fértil retoño junto al agua, cuyas ramas trepan por el muro. 3 Los arqueros lo atacaron sin piedad; le tiraron flechas, lo hostigaron. 4 Pero su arco se mantuvo firme, porque sus brazos son fuertes.

50.

Como vives juzgas, dice el dicho… y así fue con los hermanos de José, aún viendo su perdón, escuchándolo, traducían todo conforme a su mal corazón… con temor, sin creer, al morir su padre.

19 —No tengan miedo —les contestó José—. ¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios?20 Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente.21 Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos.  Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó.

Hermoso.

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