El amor es un pacto. Rut 1:16 nos dice:"A donde tu vayas, iré yo y donde tu mores, moraré; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios.
FELICITACIONES!!!Has llegado al final del desafío. Sin embargo, la experiencia y el reto de amar a tu cónyuge, nunca termina. Siguen durante el resto de tu ![wedding_vows_pic[1]](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjm-1dqZi6PZ441lL0fMQ_zvY45WQcCvUTCuBhqYcysgpQM2bEaZJN8QhmiQERBO0fcbgSdtuSuVVjpJ7y3K76PUvFJJ3twEXSZiB406oEtFbT7qRJTKsBmU31ZxpzW3TV4SkxuZw/?imgmax=800 "wedding_vows_pic[1]")
vida. Ahora es el momento de renovar tu pacto de amor con toda sinceridad y entrega. El amor es un tesoro demasiado santo como para intercambiarlo por otro. Y un vinculo demasiado poderoso como para romper sin que haya consecuencias nefastas. Vuelve a concentrar tu amor en esta persona, que el Señor te ha dado para apreciar, valorar y honrar. Tienen por delante una vida juntos. Atrévete a tomarla y a no soltarla jamás. ACEPTA EL DESAFIO DEL AMOR.
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Escribe una renovación de tus votos y colócalos en tu hogar. Quizá si corresponde, podrías planear una renovación formal de tus votos matrimoniales ante un pastor y la familia presente. Que sea una afirmación viva del valor del matrimonio a los ojos de Dios y del alto honor de ser uno con tu cónyuge...
"El amor todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor, nunca dejará de ser"...
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¿Terminamos el desafío? ¡Vaya! 40 días que pasaron ...¡volando! Sí acepté, acepto y aceptaré el reto de amar a mi esposo hasta la muerte. Esto no proviene de mí, es un don divino poder permanecer con una sola persona todos los días, toda una vida. Sin el Señor que sostiene mis pasos, ¡sería imposible amar, mucho menos amar tanto a alguien! Y ser amada en mayor cantidad. Me encantó el desafío del amor, Reyna. Gracias por tu tiempo para disponer de estas lecciones diarias. Fortalecieron mi incipiente matrimonio. Con seguridad las raíces de Andrés y Anel se robustecieron un poco más; preparados para el siguiente nivel. ¡Wow! ¡Me emociono por los tiempos gloriosos que viviremos juntos! De nuevo, mi gratitud para el Señor a través de tí, Reyna. ¡Un fuerte abrazo!
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