Nehemías 5

Podemos adoptar 2 tipos de expresiones en una dificultad:

1. Protestar enérgicamente
2. Quejarse

Son dos cosas diferentes de actitud que podemos adoptar, en la primera recae la ira, el coraje, se muestra explosivamente nuestro sentimiento. En la segunda nos presentamos como víctimas, tristes, temerosos, desconfiados…la inconformidad se hace presente.

Estas 2 sensaciones estaba experimentando el pueblo, afortunadamente Nehemías “se fajó” fue con las autoridades y les confrontó con la realidad pidiéndoles justicia, exponiendoles una petición puntual y explícita.

—Lo que están haciendo ustedes es incorrecto. ¿No deberían mostrar la debida reverencia a nuestro Dios y evitar así el reproche de los paganos, nuestros enemigos?¹⁰ Mis hermanos y mis criados, y hasta yo mismo, les hemos prestado dinero y trigo. Pero ahora, ¡quitémosles esa carga de encima!¹¹ Yo les ruego que les devuelvan campos, viñedos, olivares y casas, y también el uno por ciento de la plata, del trigo, del vino y del aceite que ustedes les exigen.

Me sorprende en sobremanera que ellos hayan accedido a la primera, sin más discusión. Me hace pensar que en ocasiones sólo por no pedir no experimentamos o disfrutamos lo que es nuestro por derecho. Ellos sabían que lo que hacían era injusto, pero mientras el pueblo siguiera dando sus exigencias sin oposición continuarían explotándoles.
¹² —Está bien —respondieron ellos—, haremos todo lo que nos has pedido. Se lo devolveremos todo, sin exigirles nada.

De qué estoy cansada hoy? qué carga quiero, deseo y necesito quitar de mis hombros? Qué necesito sacudirme de encima? Quiero reconocerlo y estar dispuesta a sacudirme, a pedir justicia y disfrutar libertad en esas áreas.