Cualquiera que haya estado a punto de morir puede constatar que la vida te cambia.
Todo lo observas desde un lente diferente.
Tus prioridades cambian.
Todo cambia a decir verdad.
Hay una cosa que piensas que siempre estará ahí: el recuerdo de que todo iba a acabar y no acabó, por un lado piensas que eso te durará por siempre y que esa –sabiduría- para medir el tiempo y valorar las cosas durará por siempre. Que tomarás sabias decisiones y siempre recordarás lo importante que es el HOY.
Es una pena pero la memoria es frágil. Sí, pasa el tiempo y también lo he olvidado, esta es UNA oportunidad y ya.
De cuando en cuando hago una pausa, detengo el tiempo y me fuerzo a pensar y mejor dicho a recordar que todo esto es temporal, que lo mejor está por venir, que nos espera una eternidad fantástica, misma que podemos vivir desde ya.
Que enfocarse en lo verdadero y eterno es más real que enfocarse en lo terrenal.
Te invito a hacerlo, de cuando en cuándo seguiré haciéndolo… así que acostúmbrate.
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