Esas pequeñas cosas que te permites son las que te llevan al futuro que jamás imaginaste.
Esas pequeñas decisiones hechas son la diferencia total de tu vida.
Esas palabras definen tu destino.
Esos sutiles hábitos que definen tu carácter.
Esas vueltas que tomas dejando el camino te pueden extraviar por siempre.
Esos paseos y descansos momentáneos que te cansarán más después.
Todo eso que te cansa, que te estorba, que te ata y te limita.
Oh…Es tan fácil resbalar, pero tan difícil escalar. Es tan sencillo ensuciarse, tan tardado el limpiarse.
Podrás decirme y argumentar que cuando arrugas una hoja no puedes esconder sus dobleces por más que la planches, también que cuando estrujas una flor no la puedes erguir de nuevo.
Ten esperanza, no pasa lo mismo con el corazón, si tuvieras uno de piedra, tan endurecido por los errores, el rencor, la amargura, la desesperanza y desilusión, si has fallado, te has equivocado y piensas que ya nada tiene solución, que es mejor continuar así, que no “continuar” del todo.
Si crees que la vida no es nada, comparada con la eternidad, no te equivoques también esta vida importa, y define tu vida eterna, quiero decirte que hay esperanza, que vuelvas a creer.
Quiero decirte que Dios puede cambiar tu corazón de piedra por uno de carne, no te rindas, no te dejes, no falles, sé libre, sé feliz. Ten fe, toma decisiones, aunque estas parezcan tan difíciles hoy.
Volverás a reír, a soñar, a creer… a volar. Como niño con su Padre, otra vez con fe, otra vez sin temor, bajo el cuidado de unos brazos fuertes y seguros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Puedes enviar tus comentarios a mi email