Sí, las mamás somos en ocasiones convenencieras.
He escuchado TODA CLASE DE PRETEXTOS ABSURDOS sobre el mal comportamiento de los hijos y trato de ponerme candados para no caer en lo mismo, sin embargo estoy segura de que tarde o temprano también me pasará (y conste que no estoy contando las veces que ya lo he hecho)
No sé si sea un tipo de justificación o de explicación la que se busca al decir este tipo de frases, pero se me ha hecho ya casi un hobbie coleccionarlas.
¿Te las comparto?
Si un niño está molesto, inquieto, haciendo vagancias, desastres, etc… escuchas lo siguiente:
- “Pobrecito es que tiene sueño”
- “Tiene mucha hambre compréndelo”
- “Anoche tuvimos muy mala noche y por eso anda “molestito”
- "Ya lo traen los dientes”
- “Es que le da mucha pena con los extraños por eso no saluda”
- “Se pone muy nervioso en lugares extraños”
- “Un primito le anda pegando esas frases/palabras feas”
- “No sé por qué se hizo pipi en tu sillón… si él me avisa desde los 9 meses para ir al baño, en serio que nunca me había pasado esto”
- “Que raro, él nunca hace eso! ni se comporta así! de verdaaaad!”
- “No sé por qué mordió a tu niño, qué horror! es la primera vez que lo hace! no lo mordería él primero oyeeee...?”
- “Y esas rabietas?! dónde aprendería eso, nunca lo había visto hacer una!”
- “Anda malito del estómago por eso escupe en la cara a los demás, a lo mejor quiere vomitar y no puede…”
- etc. etc…
Como bien dice la ilustración… “Si se portan mal es porque son unos niños tan malos!, a mi se me hace que salieron a su padre! (o peor aún a la suegra!) Ah pero eso sí CONVENENCIERAS MAMÁS… si se portan bien “es por el grandioso trabajo que he hecho como mamá”.
El caso es que los pobres niños reciben este mensaje de parte de nosotros padres: “si me porto bien no es que esté madurando y decidiendo bien, o tampoco que merezca crédito alguno, ya que todo reconocimiento de mis buenas acciones es por y para mi mamá”. Por otro lado: “Si me porto mal es porque soy un niño malcriado hijo de mi…papá, mi mamá no es responsable de nada de mi mal comportamiento, son nuestros malos genes los que me hacen así”.
Pobres niños… ¿quién dijo que ser hijo era fácil?!
La próxima vez que me sienta tentada a culpara a mi hijo de su mal comportamiento recordaré que durante su crianza soy responsable en gran manera de entrenarlo bien (y que quizá estoy siendo deficiente en algunas áreas para entrenarlo) y cuando lo haga bien intentaré darle crédito por su decisión.
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