Hoy experimenté y disfruté la generosidad de una persona, ella es “CMRC”, es una pequeña GRAN persona (pequeñita de estatura pero SORPRENDENTE). Tuve la fortuna de ser su compañera en la secundaria, luego nos reencontramos en el último semestre de la preparatoria.
No nos habíamos visto en años. Afortunadamente nos volvimos a encontrar en Facebook hace algún tiempo y luego en persona en un estacionamiento de un centro comercial. Aunque no hemos tenido mucho contacto por nuestras múltiples ocupaciones, me dio una agradable sorpresa contactándome para decirme que quería unirse a la recolecta y además está animando a otras personas a bendecir a otros y participar en la Recolecta de ropa interior para niñas de la casa hogar y poner sus 5 panes y 2 peces también con útiles escolares para ayudar a esos 2 niños tarahumaras (creo que lo haré llegar hasta Cuauhtémoc y de ahí ellos lo hagan llegar).
Ella trabaja de tiempo completo y tiene 2 hijas, se mantiene atravesando la ciudad y aún así sacrificó tiempo de su domingo para vernos sólo para entregarme las cosas. Admiro a las personas así, me animan y motivan, sin saberlo, de verdad, mucho.
Es mi oración que siga contagiando a otros a pensar en los demás y animando con su generosidad, sí, en medio de todo su trabajo, de sus gastos y de su mundo. Se puede. Si se quiere, se puede.
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