Recuerdas a ¿Lupita? ya te había contado de ella. Tiene 12 años, muchos ya no la considerarían una niña, sino una adolecente, una jovencita pues. ¿La recuerdas? Es huérfana y vive en una casa hogar. Recuerdas a los “insaciables” de los cuales te platiqué también. Bueno, hoy pensé en los dos, juntos.
Primero que nada permíteme contarte que Lupita quiere un celular.
Me preguntarás:
- ¿de qué marca?
- ¿un smarthpone?
- ¿con qué compañía lo prefiere?
- ¿con qué plan tarifario lo quiere?
- ¿soportaría tener uno con “fichas prepago amigo”?
- ¿sabías que los jovencitos ya no soportan usar el wifi, necesitan internet “on the go”, es ella así?
- etc
- etc
Cuando me dijo: “Yo quisiera MUCHO un celular”
Si me permites ser honesta te diré lo que pensé…(de hecho aunque no me lo permitas, es lo bueno de tener un blog, que con o sin permiso puedo decir lo que necesito, gracias…suelo preguntar tan sólo por cortesía)…continúo…te decía que pensé: “si me está diciendo eso es porque obviamente quiere “sacarme” un celular apenas hace un mes tengo uno yo, realmente me gusta, realmente lo necesito, soy mamá soy señora, darle el mío NO es una opción…¿y ahora qué?! ashhh…noooo”
Y luego continuó…
LUPITA: Yo tenía un celular
REYNA: En serio?
LUPITA: Sí!
REYNA: Ah…no sabía que podían tener, de verdad los dejan tener celular aquí? (si no recuerdas ella vive en un orfanatorio)
LUPITA: Sí, a mi sí, me mantenía hablando por él
REYNA: Oh Lupita, y ¿quién lo pagaba?
LUPITA: No sé, a mi sólo me lo dieron
REYNA: (qué generosos… pensaba yo)…¿Y a quién le llamabas Lupita?
LUPITA: A quien yo quisiera! TODO EL TIEMPO que quisiera
REYNA: wow (cara de consternación, duda e incredulidad pensando si sería un plan ilimitado…o algo así )
LUPITA: Ay… pero luego ese celular, me gustaba tanto y se me quebró
REYNA: Qué lamentable, se siente feo eso verdad?, me ha pasado también.
LUPITA: Sí y ahora ya no puedo platicar con nadie
REYNA: …..(cara de lo siento, pero NO puedo darte mi celular)
LUPITA: Espero que me regalen otro…
REYNA: Ah…fíjate! (haciendome pato)
LUPITA: Luego tuve otro
REYNA: wow otro?! y ese sí lo cuidaste?
LUPITA: No, de hecho cuando me lo dieron ya no servía
REYNA: ¿Y entonces?
LUPITA: Pues ya no hablaba con nadie
REYNA: ¿Ya no tenía señal o no sacaba o recibía llamadas querrás decir? además podías platicar aquí con tus amigas ¿no?
LUPITA: No, ya no hablaba, es que en el otro hablaban unas princesas, cuando le picabas a los números y también hacía musiquitas, sí con las niñas sí, pero con las princesas no.
REYNA: ¿De qué color era Lupita? (yo pensando QUE?! me está hablando de un celular de JUGUETE cuando todo lo que he escuchado alrededor es niños renegones EXIGIENDO los mejores y más actuales aparatos, apps y todo tipo de artilugios?)
LUPITA: Era rosita con morado
REYNA: ¿Era un celular de juguete Lupita? (me animé a preguntar directamente haciendo mi mayor esfuerzo de contener mi cara de asombro, incredulidad y sorpresa, intentando sonar natural)
LUPITA: Pues … sí, pero yo platicaba de verdad
REYNA: Entonces ¿el celular que quieres es uno de ESOS?
LUPITA: Sí!!! , a lo mejor no es igual pero yo lo abría y cerraba y platicaba todo el día con las princesas y así no me sentía sola
No recuerdo qué más seguimos platicando luego pero estaba ATURDIDA y como siempre los miles de pensamientos, reflexiones y enseñanzas fluyendo por mi mente. Con esos EUREKAS internos, pensando en los insatisfechos, molestos, inconformes niños insaciables, y por otro lado en toda esta plática.
En ninguno de esos niñitos Junior he visto la cara de alegría, entusiasmo, esperanza e ilusión que vi en Lupita.
¿Será acaso que al darles “todo” a los niños no se les deja en realidad desear o disfrutar “nada” porque siempre están deseando algo más?
No lo sé… lo que sí sé es que me gusta mucho convivir con los dos lados del “universo”. Personas de lugares, trasfondos, historias, economía, costumbres, cultura y sistemas tan contrastantes, tan diversos.
De los dos lados aprendo, de los dos me desconcierto, de los dos recibo tanto, a los dos los quiero.
Es un equilibrio muy sano el que puedes adquirir de los dos “bandos”, son momentos dulces y amargos que vives en cada polo opuesto y son lecciones de vida ENORMES de los cuales puedes decidir muchas cosas sobre como llevar tu vida. Muchos.
Por lo pronto estoy pensando sobre el celular de Lupita y cuánto falta para navidad. No sé si podremos esperar. También en las enormes listas de navidad, la cantidad estratosférica de dinero que padres gastarán y cosas que niños acumularán…
Oh…Contrastes… dos lados de la historia, dos versiones, dos extremos…cómo me encantaría ser un puente, un vínculo para que el polo norte y el polo sur se encontraran, coincidieran…cuánta riqueza podrían adquirir tanto de un lado, como del otro.
foto via
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