Prender el horno…oh sí…el mejor calentoncito para mis pequeños… por eso ocupan el piso de la cocina y los tengo que saltar para andar de un lado para el otro pero eso no importa…juegan juntos, se quieren…yo los amo y seguramente cuando se vayan de casa extrañaré su dulce presencia en mi cocina. Oh sí…pero volveré a prender el horno, para que vengan y quizá lo recuerden y me traigan nietos que quizá también me hagan compañía en la cocina..
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