Al tener hijos nos fue dado un privilegio, una oportunidad y una responsabilidad. No la perdamos. Aprovechemos el tiempo irreversible que tenemos con ellos.
Me sorprende la enorme cantidad de “fe” o “esperanza” CIEGA que algunas familias tienen en las iglesias. Se espera que la iglesia sea quien haga su trabajo, se espera que sea la iglesia a través de diferentes departamentos, pastores, líderes o maestros quien instruya, forme, aconseje, enseñe y discipule a sus hijos… ¿En serio? ¿Un par de horas a la semana, entre muchos niños o jóvenes? ¿cómo será esto posible?. Desde que tengo aproximadamente 12 años he colaborado en diferentes departamentos infantiles y juveniles, son una bendición y hermoso lugar para conocer amigos, sin embargo muchas veces vi y escuché padres pidiéndome “reformar”, “corregir” o “enseñar” a sus hijos asuntos que les CORRESPONDÍA A ELLOS, ese es tema para después.
Les invito a ver este video-documental que seguramente les dará bastantes asuntos en los cuales pensar, meditar, reflexionar y auto evaluarnos.
Recordemos la instrucción dada claramente en DEUTERONOMIO 6.
Para que sumemos y multipliquemos… no restemos o dividamos.
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