Querida mamá que quieres conocer las medidas necesarias para que el niño obedezca

PREGUNTA:

Leí  los 25 Puntos prácticos sobre la crianza de los niños y pregunto…“¿cuales son las medidas necesarias para que el niño obedezca?”

RESPUESTA:

Querida mamá que deseas conocer las medidas necesarias para que el niño obedezca:

Tengo 2 respuestas, una corta y otra larga. La corta es: Todas deseamos conocer esas medidas…oh sí.. y todos tenemos casos TAN diferentes y niños TAN diferentes y circunstancias TAN diferentes… que eso lo complica. La respuesta larga es supongo la que deseas escuchar, la larga y correcta a decir verdad no la conozco.

En realidad no comprendo mucho a qué te refieres al mencionar “medidas necesarias”. En ocasiones las preguntas más cortas son las que merecen respuestas más largas…y profundas.

Aunque todo es tan diferente y no podemos generalizar existen principios básicos que jamás cambiarán, de esos sí podemos hablar como enfocarnos en fortalecer el amor y la relación. No me considero capaz de poder contestar en un sólo post a esta pregunta ya que es MUY compleja. Así que me gustaría hacer dos cosas… 1. Escribir algunos puntos a considerar que he aprendido en libros, con experiencias y de personas muy sabias con buenas familias y relación con sus hijos, quizá serán detonantes para tus propias respuestas en tu caso particular y 2. recomendarte algunos libros y quizá animarte a buscar consejería o cursos al respecto hay muchos buenos que abren el panorama bastante. Vamos con los puntos:

• Un niño que se siente amado genuina, desinteresada e incondicionalmente generalmente obedece más que cuando se siente asustado, amenazado, con miedo, etc.
• Un niño que tiene satisfechas sus necesidades básicas generalmente obedece. Con necesidades básicas me refiero a *comida (si no me crees escucha el llanto de un bebé con hambre…) *vestido (si no me crees intenta que un niño con frío/calor e mueva o permanezca inmóvil) *afecto (si no lo recibe hará hasta lo más absurdo e inmaduro sólo para llamar tu atención…entonces algunas veces en lugar de requerir disciplina, necesitan amor/atención) *sueño (un niño que no duerme lo suficiente es capaz de hacer unos berrinches dignos del record guinness)
• Si la relación entre padres e hijos es sana, la obediencia resultará más sencilla, no necesariamente más fácil.
• Es absurdo requerir cosas del niño que ni nosotros mismos hacemos. Exigir que un niño lea cuando tu jamás lees un libro, exigir que limpie su cuarto cuando tu auto y casa es un desorden, exigir que coma saludable cuando le has acostumbrado a desear y consumir chatarra, que tome agua cuando sólo tomas refresco, que se ejercite cuando no mueves ni un alfiler…
• La lucha por la comida es una lucha que raramente un padre ganará. Puedes enseñar y proveer comida saludable a tus hijos, también mostrar renuencia o negativas ante la comida chatarra, pero intentar que tu hijo coma más o coma menos puede resultar en una lucha de por vida, innecesaria y desgastante.
• Puedes usar muchas formas de disciplina, pero ninguna suplirá la RELACIÓN, AMOR Y RESPETO que exista en tu relación con tus hijos.
• Por mencionarte algunas formas de “modificar” existen las que usan refuerzos positivos  otras que usan experiencias negativas.  Las dos son útiles si las usas apropiadamente, sin abusar y de acuerdo al nivel de comprensión y madurez de tu hijo. A algunos niños les resulta más querer lo positivo y a otros no querer volver a repetir una experiencia negativa. Las experiencias o refuerzos positivos implican un sistema de premios, reconocimiento, felicitaciones, experiencias agradables, palabras de aliento para reafirmar la conducta apropiada. Las experiencias negativas, castigos o pérdida de privilegios implica que el niño experimente una pérdida de privilegios porque tuvo falta de responsabilidad, Es decir el niño vive algo que le desagrada: perder privilegios de permisos, salidas, regalos, caramelos, uso de algunos juguetes y trabajos extra en casa. Reitero cada quien conoce a su hijo y sabe a qué reacciona más, en cada situación qué es apropiado para su edad, madurez y situación en particular. No se debe abusar de uno ni del otro, cada niño es como es y hay que tener cuidado porque una cosa es enseñar conductas adecuadas y favorables y otra muy diferente intentar cambiar la personalidad, carácter y naturaleza del niño.
• La obediencia no debe exigir represión o supresión. Hay padres que esperan que los niños jamás lloren, se quejen, se cansen o renieguen…esto es prácticamente imposible, hasta como padres tenemos sentimientos confusos, decepciones, dificultades, luchas y ajustes en nuestro interior. En lugar de decir al niño “te callas y te aguantas” le podemos ofrecer escucharles y enseñarles a compartir/expresar sus sentimientos de una manera sana para ellos y los que los rodean, hacerlo verbalmente les ayuda a “liberar presión” y no a explotar por dentro presentando luego todo tipo de problemas estomacales o lastimando su cuerpo o aventando, quebrando cosas.
• La obediencia siempre debe encaminarse a cosas que sean A FAVOR de tu hijo. Hay padres abusivos en muchas áreas y es natural que los hijos se revelen ante el abuso de cualquier tipo…
• JAMÁS debemos confundir disciplina con castigo. Un castigo cualquiera lo aplica, disciplina por otro lado requiere involucrar muchos más factores como_ la enseñanza, instrucción, plática, relación…y castigo sin disciplina, sin ser intencionales en nuestra enseñanza y de una manera genuina tener amor e interés por el niño, será meramente un “entrenamiento de robots” que simplemente no funcionará porque los niños jamás serán robots, ni iguales entre sí.
• La educación/formación/disciplina de los hijos implica ser razonable con nuestras exigencias. Conozco a padres que exigen que sus hijos tengan las mejores notas y en todas las materias, asistan a 4 clases extra académicas durante la semana y sean los mejores, se inscriban en los concursos de todo lo habido y por haber y además sean la estrella de su equipo, iconos de popularidad y belleza así como de ayuda social y en sus iglesias. Aunque debemos reconocer que quizá sus intenciones son nobles, en ocasiones son irreales, los hijos se encuentran en un predicamento por el agotamiento al cual sus padres los orillan y sólo con escucharlos un poco te das cuenta que viven en la línea del temor a  “voy a decepcionarlos”, “jamás lo lograré”, “nunca les daré gusto” y cuando esa frustración llega a su cúspide de ser unos “niños exitosos y bien portados” se transforman en jovencitos rebeldes, taciturnos y decepcionados con todo, sin querer nada y al parecer haciendo todo lo que sus papás rechazan o desaprueban. Por otro lado están los niños que no sintieron el amor de sus padres condicionado a su desempeño y aunque les animaron a tener metas altas, les impulsaron e hicieron sentir capaces de lograr proezas de eso no dependería jamás su valor ante sus ojos, esos que tienen padres que tienes ganas de entrevistar y aprenderles todo TODO lo que puedas.
• Para corregir hay que escuchar.
• Para comprender hay que intentar hacerlo.
• No debemos provocar a ira a nuestros hijos…debemos cuidar este punto, porque generalmente nos centramos en que ellos nos deben obedecer y dejamos lo que nos corresponde a un lado y los exasperamos y hacemos enojar … y así…¿cómo?
• A muchos papás les da literalmente MIEDO hacer sentir mal al hijo al corregirlo, piensa que lo va a traumar de por vida siendo que es lo único que dará fruto bueno en su futuro. Si amamos disciplinaremos. (Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Hebreos 12:11)

Por último me gustaría recomendarte algunos libros:

Atrévete a Disciplinar y es un clásico en el tema y How to Really Love Your Child (desconozco si existe el título en español). Aunque con el título se ven antagónicos son muy similares, pero no repetitivos entre sí, manejan dos puntos de vista diferentes sobre la misma cuestión y ambos plantean un sano y necesario equilibrio entre amor y disciplina.

Si estás desesperada puedes leer este otro que presenta ideas sencillas para corregir errores que quizá hayas tenido en la crianza y ya pienses que como tus hijos pasaron los años formativos ya no existe esperanza para ti… resulta muy útil también para leer cuando todavía estás a tiempo y no quieres cometerlos. El título me molesta porque no creo en respuestas “rápidas” o modelos “mágicos” para la solución de problemas pero quizá fue  más por mercadotecnia el título que otra cosa porque el contenido presenta principios que no se logran de un día para otro aunque sí con muchas ideas prácticas para comenzar a cambiar desde el 1er día.

Los libros de la serie Gary Ezzo  de todo lo “Wise”  Baby Wise, Toddler Wise…etc…algunos en español como el de Experto en niños) contienen de verdad mucha sabiduría práctica para evitar los errores más comunes en la crianza y lograr que comprendas a tus hijos y ellos entiendan lo que quieres decir.  De este he escuchado buenos comentarios, pero no lo he leído, supongo que tiene el mismo corte que “Tengan un nuevo hijo para el viernes”

Te respondí con mucho gusto, espero haberte ayudado o al menos invitado a pensar, platicar y leer un poco más al respecto. Siempre es un gusto escuchar de padres y madres interesados en su labor.

 

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La sección de Respuestas a mis lectores nació con el deseo de ayudar y responder a las sinceras preguntas que recibo de los miembros de esta amable comunidad de lectores y bloggers. Cuando todo esto comenzó no imaginé lo gratificante que sería ni las grandiosas amistades que surgirían de esta sección...Dios es bueno..

Me gustaría recordarte algunas notas importantes al respecto:

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• En varias ocasiones utilizo pseudónimos u omito nombres con el mismo objetivo.
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