Mi pequeña RG ha estado presentando varios tipos de molestas reacciones alergias en su piel. Lo cual nos ha dado como familia muchas lecciones últimamente.
Ayer tuve una junta importante. Ya que soy mamá de 2 niños pequeños el lugar tuvo que ser uno de esos restaurants con juegos infantiles para que también mis hijos pudieran pasar un tiempo de “acción” y divertirse mientras mami hablaba cosas serias junto a ellos. Incluso antes del juego JR se llevó sus libros del trabajo que no completó en la casa (creciendo en responsabilidad él y signos de felicidad en ambos por la flexibilidad del Homeschool).
La junta terminó y pude pasar pasar un rato riendo con los 2 y disfrutando un pequeño helado (si también innumerables visitas al baño, batidero y accidentes de todo se da).
De esos momentos en los cuales vale la pena intentar capturar rápido un instante en una foto y “envolver” algo de nuesto día: JR nos hacía caras y ella se carcajeaba.
¡Oh! Años maravillosos. Como los que seguramente luego vendrán, pero eso sí, también como todos estos serán únicos e irrepetibles.
Saliendo de ahí teníamos cita con el médico, le harían las pruebas para encontrar qué es lo que le hace tanto mal a su piel.
Las instrucciones eran que yo tenía qué sostenerla con firmeza, abrazándola contra mi pecho para que le pusieran en su espalda decenas de piquetes, necesitaba apretar sus brazos hacia mí… ella miraba al doctor con temor y luego me miraba a mi confundida con sus enormes ojos que gritaban en silencio: ¿qué está pasando? ¿por qué? ¿me va a doler?
Creo que ella fue en extremo valiente, no gritó, ni pataleó como pudiera pasar, aunque sí: lloraba, enormes lágrimas corrían por sus tiernas mejillas mientras yo sostenía con firmeza sus manos…
Calculo que fueron como 40 piquetes…con el contraste se pueden ver pequeños círculos en su espalda…Sí, algunos piquetes duelen, pero también ayudan a encontrar problemas, atacarlos, combatirlos y vencerlos. Cuando la veía ahí en mis brazos pensaba en cuántos padres sostienen a sus hijos alrededor del mundo en situaciones muy diferentes con enfermedades terminales, enfermedades sin cura, cosas sin solución, incluso la desesperación de que exista cura, pero que no tienen los medios económicos para brindarla a sus hijos. Sí el mundo existe el dolor. Necesitamos orar y ayudar.
Luego del dolor que experimentó…LA ESPERA… el hacer que no se moviera, que no se rascara…intentaba distraerla con el celular en lo que le gusta y disfruta: tomarnos fotos. Hasta después noté el enorme contraste, el cambio en nuestras caras…en cuestión de minutos nuestras expresiones de la 1er foto mientras disfrutábamos una tarde juntas cambiaron para transformarse en estas:
Existen momentos extremos.
CUÁNTAS OCASIONES al estar en medio de dolor, preguntas sin respuesta, confusión, agonía y dudas… le he preguntado a mi Padre Celestial en desesperación…quizá con la misma mirada que ella tenía… “¿qué está pasando? ¿por qué? ¿para qué?” y en mi inmadurez ninguna explicación hubiera sido suficiente o incluso necesaria…cuántas veces la espera ha sido TAN larga a mi parecer y en mi ansiedad quiero moverme, e intento rascarme para “solucionar” a la incomodidad, al problema, al dolor.
Ha sido en Su regazo donde algunas veces he recibido algunos “piquetes” necesarios para sanar, para crecer, para madurar. Él me ha proporcionado la medicina para mi corazón turbado, abatido y enfermo. Él ha sido el abrazo y la calma que he encontrado en medio de las adversidades y pruebas. Quien ha sostenido mis brazos cuando he intentado arreglar las cosas a mi manera. Yo también he tratado de quitarme, de huir, de convencerlo de que no los necesito, pero él ve más allá y no me dejará sin medicina, de hecho Él ha sido mi medicina.
Después de haberle dado un baño y haberle dado su medicina, mi pequeña RG mira a mi esposo y le dice:
“Papi, oras por mi, aquí…así en mi cabeza?” al mismo tiempo que le toma su mano y se la pone en su frente… Podría escribir una nota entera del papel que R también ha tenido en todo esto y las enseñanzas y ejemplo que he recibido de su parte.
RG tiene 2 años, no podemos asegurar cuantas cosas pueda ya comprender y cuantas no… pero lo que sí sé es que si algo queremos enseñarle es que la amamos incondicionalmente, en cualquier circunstancia que enfrentemos, que nuestro amor es grande y aún así humano y puede fallar, pero que el amor de Dios es el verdadero, el constante, firme y real.
Si el quiere Él puede sanar inmediatamente, si quiere puede prolongarlo un tiempo, si el quiere puede que esto dure para siempre. Él es Dios y sigue siendo bueno y fiel independientemente de que comprendamos o no sus decisiones en cuanto a las enfermedades en el limitado tiempo de nuestra vida terrenal.
Puede resultar ridículo comparar el amor falible de padres, de humanos, pero creo que fue una excelente y divina idea la paternidad para comprender el corazón de padre que tiene Dios. Su amor sí que inagotable y no fallará jamás…
Sí… El amor tiene muchas caras. Muchas expresiones. Algunas caritas alegres, otras tristes, otras ansiosas, otras en espera, otras en sorpresa
En todas Dios ha sido fiel conmigo, con nosotros.
En todas ellas quiero amarle… y a ellos también.
Versículos relacionados:
1 Corintios 13:8 El amor nunca deja de ser
Romanos 8: ¡Cuánto nos ama Dios!
31 Sólo nos queda decir que, si Dios está de nuestra parte, nadie podrá estar en contra de nosotros. 32 Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros, así que también nos dará junto con él todas las cosas. 33 ¿Quién puede acusar de algo malo a los que Dios ha elegido? ¡Si Dios mismo los ha declarado inocentes! 34 ¿Puede alguien castigarlos? ¡De ninguna manera, pues Jesucristo murió por ellos! Es más, Jesucristo resucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros. 35 ¿Quién podrá separarnos del amor de Jesucristo? Nada ni nadie. Ni los problemas, ni los sufrimientos, ni las dificultades. Tampoco podrán hacerlo el hambre ni el frío, ni los peligros ni la muerte. 36 Como dice la Biblia: «Por causa tuya nos matan; ¡por ti nos tratan siempre como a ovejas para el matadero!» 37 En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total. 38 Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro, 39 ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!
1 Juan 3:1 ¡Miren! Dios el Padre nos ama tanto que la gente nos llama hijos de Dios, y la verdad es que lo somos…19-20 Sabemos que pertenecemos a Dios porque amamos a los demás. Por eso, si nos sentimos culpables de algo, podemos estar seguros de que Dios no nos acusa de nada, porque él está por encima de todo sentimiento, y lo sabe todo….23 Y su mandamiento es que creamos en su Hijo Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como Jesús nos lo ordenó
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