Llorad con los que lloran

La Bilbia dice: “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran” (Romanos 12:15) A veces pienso que el 1^er punto resulta más sencillo, natural y fácil: gozarnos cuando alguien está feliz y por otro lado respecto a la 2^da parte del versículo creo que requiere más disposición, intención y cuidado.
Incluso es más fácil fingir una “sonrisa” que fingir llorar, ¿no crees?
Llorad con los que lloran es eso: que te duela, llorar, sufrir, comprenderte, dolerte con los que están sufriendo…
NO dice:

“Sermonead, regañad, molestad, dad consejo, haced sentir de lo peor a los que lloran” ¿verdad?

Y eso es con lo que generalmente te encuentras cuando lloras.

Es sencillo… llora con el que llora.

1. Esa es la mejor definición de EMPATÍA que he recibido, la Biblia ya la tenía.

En Juan 11 puedes leer la historia completa de cuando muere Lázaro y cómo su hermana Marta con su muerta está dolida, sufriendo, ella reacciona va y literalmente su comentario suena como reclamo o reproche a Jesús, como si hubiera fallando al no estar…

²¹ Señor, si hubieses estado aquí, mi hermano no habría muerto” (Juan: 11:21)

¿Cuántas veces nos hemos sentido así? como si Dios estuviera ausente, como si “eso” se hubiera salido de su control, de su vista, de su cuidado…como si se hubiera ido, como si no hubiera estado y por ello “pasó lo que pasó…

A María, por otro lado en su diferente personalidad, lloraba…

³³ Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió,

³⁵ Jesús lloró.

Jesús sabía lo que haría en unos momentos: Resucitaría a Lázaro, aún así se conmovió, fue empático, fue humano, vulnerable, sensible ante el dolor: LLORÓ. No regañó a una por decirle como se sentía, ni a la otra por llorar.

Dios sabía todo, estaba consiente de lo que pasó, de lo que haría, de cómo esto terminaría.

Aún así lloró.

No sé a ti, pero el ver su tierno y compasivo corazón, su gracia, misericordia, su gran sensibilidad y bondad me impresiona.

Cuando alguien sufre, cuando alguien llora, es cuando más cuenta me doy de que no tengo todas las respuestas, ni el mejor consejo, ni los mejores métodos, no puedo ni quiero “encontrarle 7 pies al gato” y tener una mejor idea que Jesús, no puedo inventar la frase o “panacea” que pueda hacerle sentir mejor, no soy Dios, así que prefiero escuchar su consejo y sólo llorar con el que llora…quiero aprender a ser como él, compadecerme, acompañar, amar y llorar a quien sufre.

No somos Dios, no podemos arreglar el mundo de alguien cuando enfrenta una pérdida, pero no es complicado, podemos amar, llorar y dolernos en los momentos en los que nuestros familiares, amigos y conocidos sufren, es lo más amoroso, cristiano y empático que podemos hacer.

P.D. Sí, la foto es de JR un 13 de agosto del 2008, no recuerdo por qué lloraba, pero lloraba y comía al mismo tiempo.