Ver este video sólo me hace pensar en EL CAMBIO RADICAL y DRAMÁTICO que tuvieron estas vidas porque alguien les dio tiempo, vida, una oportunidad…
Los que nos decimos cristianos tenemos una nueva vida, una nueva familia…estábamos destinados a morir y nos dieron parte en la familia de Dios. Estábamos huérfanos y fuimos adoptados, toda nuestra realidad cambió.
Bendigo a todas esas personas que son capaces (en todos los aspectos) de llevar a sus casas y sus familias a auténticos desconocidos y hacerlos parte de una familia por siempre, para sanarles, cuidarles, ayudarles, amarles. Un reflejo auténtico y tangible del amor de Dios.
Sin duda no muchos de nosotros preparados ni económica, ni emocional, espiritual o físicamente o en ninguno de los otros muchos aspectos necesarios para adoptar, pero sí en diversas maneras podemos ayudar, apoyar y animar a los que ya lo hicieron o quieren hacerlo.
Orar y ayudar de diversas maneras para que esos pequeños alrededor del mundo vivan la realidad del amor.
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