¿Hay algo mejor en la vida que cumplir el sueño de jugar en la NFL para un jugador universitario?
Chris Norman, jugador de los Troyanos de Michigan State y candidato sólido para la NFL descubrió que sí lo hay.
Como lo podrán constatar en el video referenciado abajo, donde narra su propia historia (en inglés), este jugador realmente ama su deporte, lo veía como su estilo de vida y era lo que más disfrutaba de la misma. Sin embargo, una lesión en el 2011 lo hizo meditar sobre el significado de la vida, el pensamiento: “debe de haber algo más” rebotaba en su mente. Su búsqueda de significado y la ayuda de algunos amigos lo llevó a encontrarse con Jesucristo y su mensaje de salvación, lo cual revolucionó su vida.
En el 2012 volvió a los campos con un punto de vista diferente sobre la vida. Por supuesto que aún amaba y disfrutaba su deporte como aún lo hace, pero empezó a amar y valorar algo más por encima de este, “La gloria de Dios mostrada en la persona de Jesucristo”.
Dios lo llevó a valorar su vida y su futuro de diferente manera, al punto de que al final de su carrera colegial, y teniendo varios equipos profesionales interesados en contratarlo, el tomó una decisión incluso cuestionada por muchos cristianos y personas allegadas a él; Chris rechazaría la oferta de jugar en la NFL para en lugar de esto, ir al seminario para prepararse como ministro del evangelio.
Este joven podría estar disfrutando este fin de semana de su primer partido dentro de la NFL y de los beneficios económicos que esto conlleva, pero en vez de esto, el se encuentra sirviendo como parte del personal de una iglesia en Michigan con un sueldo modesto, mientras inicia sus estudios como ministro. Algunos de nosotros pudiéramos pensar que este joven está haciendo un gran sacrificio, pero él no lo ve así. Sin duda el está renunciando a grandes privilegios y comodidades, pero él está persiguiendo algo mucho más valioso y atractivo a sus ojos. El ha determinado que buscará la satisfacción de su corazón en Dios aunque tenga que renunciar a algunas de las mejores cosas que ofrece este mundo.
Pon tu delicia en el Señor, y El te dará las peticiones de tu corazón. Salmos 37:4
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. Mateo 16:25
Para muchos una decisión como esta puede verse como loca, precipitada o poco sabia.
Algunos dirán incluso que pudo haber servido mejor al Señor como jugador profesional o que pudo haber tenido las dos cosas. Sin embargo, para los que hemos probado aunque sea un poco de la compañía, el amor y el señorío de Dios, sabemos que nuestro corazón no estará satisfecho hasta que le sigamos completamente. No para todos será de la misma manera, no todos tendremos que ir al seminario, o rechazar la mejor oferta de trabajo de nuestra vida, pero todos los seguidores de Cristo, debemos aprender de personas como Chris Norman a dejar que Jesucristo tome control completo de nuestra vida y de seguirlo sin reservas.
Sin duda el camino para Chris no será fácil, habrá momentos difíciles en los que dudará, algunas veces el ministerio no parecerá ser lo que esperaba y en otras ocasiones su mente lo llevará a pensar en el “¿que hubiera pasado si hubiera aceptado la propuesta de uno de los equipos de la NFL?”. Además de esto, no hay ninguna garantía de éxito en su nueva carrera como ministro. Sin duda, está corriendo un gran riesgo, al abandonar su comodidad y seguridad para aventurarse el algo nuevo, no con una garantía tangible, sino sólo con una intangible pero poderosa garantía, su fe puesta en las promesas de Dios.
En esta época de aversión al riesgo y de tanto apego a la seguridad y a la comodidad, la experiencia de Chris debe servirnos como ejemplo para abrir nuestro corazón y nuestro entendimiento al concepto que John Piper desarrolla en su libro No desperdicies tu vida:“Arriesgarse es correcto, es mejor perder nuestra vida que desperdiciarla”. Se desperdicia nuestra vida cuando no la usamos para los propósitos de Dios en pro de propósitos terrenales o de salvaguardar nuestra seguridad o comodidad, una vida desperdiciada “disfrutará” de este mundo pero llevará las manos vacías ante su creador el día del juicio. Una vida entregada a Jesucristo, tal vez sufrirá, tal vez encuentre una muerte temprana, pero encontrará vida eterna en compañía de Dios al final del camino (recordemos Mateo 25:16 citado arriba).
Lo peor que puede pasarnos en este mundo no es perder nuestra vida, ni fracasar en nuestros propósitos, lo peor que puede pasarnos es encontrarnos al final de ella y a punto de ir dar cuentas a nuestro creador, y tener que decir ¡La he desperdiciado!
El éxito de Chris no está garantizado (al menos en términos humanos), pero este joven ha determinado que no desperdiciará su vida.
Mi oración el día de hoy, tanto para mi como para ustedes, es prácticamente la misma que John Piper hace al final de su libro, que Dios nos conceda el entendimiento, corazón y valentía de este joven, para poder abrazar el riesgo que conlleva seguir los caminos que Dios nos indique a cada uno, para que ninguno de nosotros tenga que decir al final de su vida: ¡La he desperdiciado!
Artículo por: Raúl Orozco
Chris Norman: “I am a sinner saved by grace. Christ is the hero of the story. He is the one in whom the fullness of God dwells, the Alpha and Omega, the Lion and the Lamb, the King of Kings and Lord of Lords. He died for my sin, and he rose so that I might live through him.”
Chris Norman “Soy un pecador salvo por gracia. Cristo es el héroe de la historia. Él es el único en quien la plenitud de Dios habita, el Alfa y Omega, el Cordero y el León, el Rey de reyes y Señor de señores. Él murió por mi pecado y el resucitó para que pudiera vivir por él”.
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