Cantares 5:16b. Su paladar, dulcísimo, y todo él, deseable. Este es mi amado y éste es mi amigo, hijas de Jerusalén. LBLA.
Los amigos pueden ser totalmente honestos uno con el otro, pero las amistades se ponen en peligro cuando la verdad no es hablada en amor.
●¿Cómo le estás hablando a tu amado?
●¿Estás tan acostumbrado a él que no aprecias lo asombrosa que es su amistad?
Este es tu reto hoy.
●¿Es tu amado tu mejor amigo?
●¿Lo sabe él?
●¿Se lo has dicho o asumes que él lo sabe?
La amistad es algo que se cultiva a través de los buenos y malos tiempos. Los amigos pueden compartir sus corazones, pero no deben pisar sus corazones.
La manera de tener y ser un buen amigo es cultivando y celebrando esa relación.
Mientras terminas este reto, celebra tu amistad con tu esposo. Busca un lugar apartado y reflexiona sobre esto.
Escríbele una carta, lista las cualidades que admiras y aprecias de él.
Si eres creativa de palabras, escríbele un poema y enmárcalo. O envíale un mensaje de voz. Lo importante es que hagas algo lindo y fuera de lo común para él.
Quizás le puedes preparar una comida especial, sólo para ustedes dos, y leerle la carta o el poema. Pregúntale si puedes orar por él y si está dispuesto, dale gracias a Dios por el amor y la amistad que los une. Pide una bendición especial por tu hogar.
La exhortación, como has estado viendo por los últimos 30 días, es sinónimo de amor en acción.
●¿Cómo ha cambiado este reto tu corazón y tu vida, querida amiga?
●¿Te animó Dios a ti mientras planeabas las formas de animar a tu esposo?
●¿Hubieron acaso días difíciles cuando solo tuviste que confiar que Dios estaba trabajando?
●¿Hubieron días en que te fue difícil dejarle los resultados a El?
Recuerda que Dios es fiel y El te bendecirá por tu disposición a obedecerle.
Sus caminos no son tus caminos, y quizás El te honrará de formas inesperadas, pero una cosa es segura –nunca serás la misma por la forma en que te has comprometido a ser mas como Cristo!
© Por: Nancy Leigh DeMoss. ReviveOurHearts-AvivaNuestrosCorazones.com. Adaptado por: Reyna Orozco Meraz.
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