Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad. Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. Que la palabra de Cristo habite en abundancia en vosotros, con toda sabiduría enseñándoos y amonestándoos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en vuestros corazones. Y todo lo que hacéis, de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de El a Dios el Padre. Colosenses 3:12-17
Frecuentemente he dicho que la gratitud “es aprender a reconocer y expresar agradecimiento por los beneficios que hemos recibido de Dios y de los demás”. Esto significa estar constantemente atenta a las bendiciones, convirtiendo cada día en una “búsqueda del tesoro”. Requiere ser intencional en agradecer a Dios y a los demás por las bendiciones que nos llegan.
En general, ¿Cómo evaluarías tu “Coeficiente de Gratitud”? (Si no estás segura – o quieres saber cómo otros responderían - pregunta a personas que vivan o trabajen contigo.)
¿Veo el mundo con gratitud y expreso mi gratitud a Dios y a los demás consistentemente?
¿Sé que he sido grandemente bendecida pero en realidad no me detengo expresamente a agradecer a Dios y a los demás? O,
Para ser honesta, no he pensado mucho acerca del agradecimiento hasta que inicié este reto. Tengo un largo camino por delante para desarrollar un estilo de vida de gratitud. ¡Soy una quejona! Tiendo a enfocarme en mis problemas y frecuentemente los comparto con los demás.
Pide al Señor que cultive en ti un corazón más agradecido en los próximos treinta días. Si te has dado cuenta que tu “Coeficiente de Gratitud” no es el que debiera ser, confiesa al Señor que tienes un espíritu malagradecido. Pídele que te perdone y te transforme con el poder de Su Espíritu en una persona verdaderamente agradecida.
© Por: Nancy Leigh DeMoss. ReviveOurHearts-AvivaNuestrosCorazones.com. Adaptado por: Reyna Orozco Meraz.
Puedes recibir este Reto y otras publicaciones en tu buzón de e-mail suscribiéndote al blog AQUí
y/o acompañarme en estas redes sociales:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Puedes enviar tus comentarios a mi email