27. Tan en serio toma nuestra palabra El Señor que cuando Isaac bendijo a Jacob, no pudo retractarse.
Cómo cuidas tus palabras? nombras con palabras ofensivas a tus hijos? les profetizas que les irá mal? les dices que las cosas no les salen bien? Tengamos esto presente, como digamos será hecho y pidamos sabiduría para expresarnos cada ocasión que abramos nuestra boca.
Por otro lado me hace pensar que Rebeca tarde o temprano lo que vio hizo y permitió que el mentir y engañar fuera parte de su vida también. Jacob iba a ser bendito pero la manera me resulta desconcertante: engañando a su propio esposo, engañándose ella misma pues eran uno solo.
Esaú tuvo un rencor desde ese engaño que quizá se hubiera evitado si hubiera sido en circunstancias diferentes. Jacob tuvo que salir huyendo lejos de su hogar. De repente la familia queda sin padre, con una madre amargada por sus nueras, un hijo escondido y otro lleno de rencor.
28. Esaú en intento desesperado por complacer a su padre y quizá buscando favor y bendición se casó con una de las mujeres que él aprobó. Esto me hace pensar que tarde o temprano valoraremos lo que conviene, pero cuán importante es hacerlo A TIEMPO, mientras hay oportunidad.
Por otro lado Jacob estuvo dormido en un lugar donde era casa de Dios y ni siquiera se había percatado de ello, a mi parecer sigue con un corazón bastante “convenenciero” de sólo esperar recibir y dice muchas condicionantes para que ENTONCES el Señor sea su Dios:
«Si Dios me acompaña y me protege en este viaje que estoy haciendo, y si me da alimento y ropa para vestirme,21 y si regreso sano y salvo a la casa de mi padre, entonces el Señor será mi Dios.22 Y esta piedra que yo erigí como pilar será casa de Dios, y de todo lo que Dios me dé, le daré la décima parte.»
Pidamos con sinceridad tener el corazón adecuado cuando estemos ante él.
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