Princesas Rosas

Entre rosa, morado y tonos pastel transcurre la vida de las “Princesas”. Figuras llamativas, cutis tersos, cabello sedoso, manos suaves. Siempre arregladas, siempre combinadas, se ven tan “perfectas”. Aún no las conoces pero pronto sabrás que existen en su mágico mundo y sabrás de lo que hablo.

Me gustaría decirte algunas cosas, mi princesa incluso antes de tu nacimiento, mientras tu cuerpecito y todo tu ser es formado.

Quiero hablarte más allá de lo que los demás catalogan el exterior de las “princesas” (hay miles de productos sobre ellas!):

• Tus manos sirven para acariciar, crear y dar amor, para extenderlas al necesitado, sin importar que se ensucien una y otra vez, puedes volverlas a lavar y arreglar, puedes abrazar, limpiar una lágrima y levantar al caído. Para eso están ahí, créeme son para algo más que traer un diseño hermoso en las uñas u ostentosos anillos.
• Que tus ojos estén llenos de luz, de sinceridad y paz. Que se dediquen a siempre ver lo mejor en los demás y a encontrar belleza donde nadie la ve, son para algo más que ponerles lentes coquetos, rímel y llamativas sombras u opacarlos tras pupilentes de color.
• Ejercita tu olfato, que tu nariz pueda “oler” las oportunidades, peligros y advertencias en cada suceso de la vida. Sé inteligente, precavida y previsora. No todo lo que huele bien, hace bien, Dios te de su discernimiento para distinguir.
• Lo más importante de tu boca no es si tus labios son delgados o gruesos, si están delineados o como luzcan el labial, lo importante será lo que sale de ella… sea tu boca guarda de tus palabras y tu lengua un manantial de alabanzas, fuente de bendiciones para los que te escuchen.
• Más que la blancura de tus dientes en una perfecta sonrisa, importa la blancura de tu corazón y que no pierdas la oportunidad de sonreír en medio de cualquier circunstancia recordando a los demás cuántas razones hay para ser feliz..
• Tus pies te conduzcan por las sendas que El Padre tenga trazadas para ti, tu pie no resbale apártate de la senda del pecado y siempre camina en integridad. Como puedes ver es más que lindas sandalias o mucho ruido de unos tacones al caminar.
• Princesa puedes ejercitar tu cuerpo por conseguir las medidas perfectas en un cuerpo codiciable y saludable y eso será provechoso pero por favor no te quedes ahí yo quiero animarte a ir más allá y ejercitar, conservar y alcanzar también la fortaleza interior y en tu carácter. Cuida tu mente y ejercítala al igual que tu cuerpo.
• Sobre todo mi pequeña cuida tu CORAZÓN de él mana la vida, hazlo, no te arrepentirás, es Su Palabra es confiable y es real.

Ten precaución de de los “clubs exclusivos”, tú puedes ser amiga de todas (no solo de las delgadas, sin acné y cabello cuidado, que menosprecian a las demás), debes ser amigas de todas, también de las que nadie quiere ver porque no “encajan” en esos “grupos selectos y huecos”, a las que no encajen en el superfluo y vacío concepto social de hermosura…acaso ¿no te gustaría que hicieran igual contigo?. Puedes aprender sobre realidad, diversidad y amor incondicional, amor que va más allá de una apariencia de princesa, puedes decidir ser amiga de todas, en lugar de ser rival.

Y quiero advertirte que tarde que temprano mi princesa, dejarás de lucir como tal. Es el proceso de la vida, nuestro exterior se desgasta, tu cabello se opacará, tu piel se arrugará y quebrará, tu andar de gacela será más lento y muchas otras cosas que quizá por ahora no necesites oír. Sí, será diferente pero no será el fin del universo. Lo importante es que tu interior puede seguir erguido y sencillo, tu corazón, tu alma debe crecer, ensancharse y madurar para que llegue el momento en que puedas enseñar a otros sobre lo que es verdaderamente importante en la vida.

Que Dios sea tu todo, que Él sea tu Rey. Que las coronas no sean para ti, ríndelas a sus pies.

Eres mucho más que una princesa, incluso antes de crecer eres ya una reina.

Y ser una reina… exige mucho, mucho más que un título, una corona, un vestido un trono y un cetro real.

Continuará…