Cuando resulta difícil amar…

Platicando con mi esposo R, hablábamos sobre el amor (no de pareja, aunque también aplicaría)

Le pregunté yo: “¿Qué crees que sea lo más difícil sobre el amor? ¿Cuándo nos resulta difícil amar?”

Y me contestó:

“Pienso en este versículo: Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos (Juan 15:13)

Poner la vida por otro es lo más difícil de amar”.

Seguimos hablando y reflexionando sobre el amor y el prójimo…

Amar en gran manera es poner tu vida, tu todo.

Es dar todo. Es rendir todo.

Eso es difícil.

Es una entrega, una rendición continua, por algo no hay mayor amor que ese.

Resulta muy fácil dar de lo que tienes MUCHO o lo que consideras que hasta te sobra.

Las cosas se ponen más difíciles cuando lo que tienes que dar es ESO que sientes que tienes ESCASO o LIMITADO.

• Es difícil dar y compartir tu vida, cuando la atesoras y la quieres sólo para ti mismo.
• Es complicado escuchar a alguien cuando tienes pocas fuerzas, te sientes cansado y como si tu cabeza fuera a estallar.

Dar tu vida, tiempo, dinero, recursos, esfuerzo… es mucho más difícil cuando los sientes escasos

Hablábamos sobre la viuda y sus blancas.

“De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, TODO su sustento”

No nos engañemos, no da más el que más tiene, de tiempo o cualquier recurso… Da más el que menos tiene y aún así su todo lo da.

Es sencillo dar de lo que tienes mucho, lo que no te incomoda o cambia tu alrededor tienes tanto que ni siquiera te afecta cuando lo das. cuando son prácticamente tus sobras. Oh! Pero cuando lo que vas a dar es TODO lo que tienes, eso, ESO sí que es difícil.

• Demuestro más el amor cuando en medio de mi propia necesidad ayudo al necesitado, no sólo cuando mis cuentas bancarias están rebosantes y hago donaciones.
• Muestro amor cuando aún sin tener mucho tiempo libre comparto del mismo con quien necesita de mi, cuando yo misma quisiera que alguien me ayudara o escuchara, cuando lo invierto en lo útil y necesario no sólo en lo que me produce placer.
• No seré muy amorosa cuando ande alegre, feliz, llena de endorfinas jugando con mis hijos en un día cálido de verano, donde tienen una tierna, dócil y obediente actitud, seré amorosa en realidad cuando los atienda con amor, paciencia y dedicación en los días malos, cuando he estado al límite, de pocas ganas, energía o paciencia.
• Es un reto servir y ser amorosa cuando estás en medio de diversas pruebas y no quieres dar tu vida por nadie, sino que todos la dieran por ti.

No es en la abundancia cuando es difícil amar, es en la escases, cuando sientes que no puedes, ahí Dios se hace presente si te dispones y Él da fuerza al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas (Isaías 40:29).

Lo más impactante de todo es que no sólo podemos y debemos amar a nuestra familia, amigos, seres queridos, gente que se gana el cariño, como cristianos  estamos llamados A MÁS que eso! somos llamados a:

Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; Mateo 5:44.

¡Hablando de cosas difíciles y parece complicarse aún más! Sin embargo recordemos que tenemos esta promesa:

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. Gálatas 5:22-23

Si vivimos bajo la guía del Espíritu Santo ese amor se hará presente en nuestras vidas, incluso cuando nos resultara difícil amar. Vivamos así! amemos así!.