Dormido en mi regazo

Una de las sensaciones más hermosas que hay es que un pequeño se quede dormido entre tus brazos… más si es tu hijo.

080726 Josue dormido en mi regazo

24/7

Muy de mañana me levanto a pedir ayuda, en tus palabras he puesto mi esperanza. En toda la noche no pego los ojos, para meditar en tu promesa. Salmo 119:147-148.


Unas personas son búhos y otras alondras, unas disfrutan mucho la noche y otras es hasta que sale el sol cuando sienten la energía. Creo que Raúl es matutino y yo definitivamente nocturna. Me sorprende cómo le es sencillo levantarse temprano y poder orar y leer… no funciono de esa manera! No puedo. Por otro lado a él le sorprende mi energía nocturna (claro, cuando no estoy exhausta). De cualquier manera debo también utilizar las mañanas para ello y él esforzarse en las noches.




Sea cual sea la hora del día en que nos sintamos con más energía o más ganas debemos aprovecharla para meditar en Dios, para hablar con él, conocerle, disfrutarle. Sin lugar a dudas le gusta que lo hagamos en todo tiempo, pero vamos esforzándonos por dedicarle más cuando estemos en nuestro mejor momento. Tenemos 24 preciosas horas para intentar conocerle más.

No nosotros y no a nosotros.

El ser humano en su arrogancia se cuelga sentimientos de poder, fanfarronería y se siente dueño del mundo, olvidando de donde provienen todas las cosas.

Si te pones a pensar, tienes por ahí algo de lo que te sientes orgulloso, algo que te hace especial, singular. Es verdad, tu lo sabes, quizá los demás también lo notan, tienes talentos, capacidades, virtudes, popularidad, hermosura, status… una lista grande de bendiciones que podrían engañarte para hacerte creer que tu mereces “algo”. Piensa, piensa fuerte y pregúntate: En realidad ¿de qué podemos estar orgullosos por nosotros mismos para recibir aplauso, fama o reconocimiento? Somos acaso los “creadores” de algo mínimo de todo ello? NO. Definitivamente no.

Todo, repito TODO lo hizo Dios…es de él todo el mérito, total, absoluto, él es el dueño, es el dueño del universo, de ti, de lo que eres, de lo que puedes hacer, lo planeó con un propósito eterno, no podemos adueñarnos de sus derechos de autor.

Déjame te escribo algunos ejemplos: Te crees mucho por “tu”:

• TRABAJO: Dios te dio las capacidades para estar ahí, si él quiere esa empresa quiebra, desaparece… así que ¿dónde quedó tu trabajo?

• DESEMPEÑO EN LOS DEPORTES: ¿Quién te permitió vivir para ejercitarte? ¿Quién formó tus músculos? ¿Quién te da salud para seguir triunfando en ese medio?

• FAMILIA. Al parecer todas se desmoronan y la tuya permanece, las demás tienen problemas y en la tuya hay armonía, se llevan bien. ¿Acaso crees que sin la gracia de Dios eso sería posible? Sin Él estarían todos en las estadísticas de fracaso.

• INTELIGENCIA: Te han informado que tienes el IQ más alto del mundo, felicidades. Sorpresa: acaban de descubrir que hay un niño de 10 años que te supera y por mucho en el IQ. Recuerda Dios te dio ese cerebro por algo, no te agarres de él porque … ¿Qué pasaría con tu fuente de seguridad?

• EMPRESA. Según tú, eres tu propio jefe, tu has levantado todo lo que ahorita tienes, tienes la capacidad, el empuje, no eres flojo como los demás…de repente alguien con más visión emprende un negocio que traga el tuyo. ¿Qué pasó? Y “tu” capacidad?

• BELLEZA FÍSICA… te crees tan guapo o tan hermosa que cualquier supermodelo queda corto comparado contigo. ¿Quién te formó en el vientre de tu madre, quién permitió que tus padres se conocieran y por su ADN te heredaran rasgos de lo que ahora eres?

• Continúa con tu lista. Me creo mucho por _________________________. Y reflexiona, pregúntate y descubre que no tienes por qué creerte más que los demás por ello.

Nada (piénsalo bien) NADA, es por mérito propio, todas las cosas fueron hechas por Él y para él. Así que la próxima vez que empieces a creerte mucho por algo, que tus pies comiencen a levantarse del piso, que tu mente comience a soñar y verse como “lo máximo” Recuerda que sólo hay uno merecedor de toda la gloria, sólo hay un creador, una fuente de poder y de verdad, él planeó, diseñó y te capacitó con todo lo que serías.

Salmo 115: 1 No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria, por tu misericordia, por tu verdad.

Señor, ayúdame a valorar todo de lo que me has provisto, enséñame a usar las capacidades que me has dado para tu reino, que nunca quiera apropiarme del reconocimiento y que mi única satisfacción sea agradarte a ti. Gracias por tu paciencia, tu gracia y tu verdad al mostrarme quién soy y que todo lo que necesito y por lo que en realidad me siento especial es por amarte a ti (Tú siempre ganas, pues fuiste tú, el que me amó primero)

Acuérdate!

Cuando estás sano, estás consciente de ello? Disfrutas la sensación que es sentirte BIEN? Frecuentemente trato de durante el día sentir esa sensación de salud en mi cuerpo y ser agradecida por ella, ya que estuve mucho, mucho tiempo enferma. Cuando una enfermedad te ataca, aún sea un simple resfrío, te sientes tan mal que es difícil recordar cómo eran las cosas cuando estabas bien.
Muchas ocasiones en lo cotidiano también olvidamos todas las bendiciones que nos rodean. Se nos hace tan normal tener una casa para llegar y protegernos del exterior, medios de transporte, de comunicación, dinero, comida y hasta muchas cosas que en realidad no se necesitan pero consumimos.
Quiero estar siempre consiente de las maravillas que Dios ha hecho en mi vida, porque si el ser humano tiende a olvidar lo bueno aún cuando sea tangible o visible, cuánto más puede olvidar las bendiciones de Dios, aunque ellas sean innumerables: su gracia, su perdón, su bondad, su misericordia. Creo que por eso es importante escribirlas, agradecerlas, retomarlas y volverlas a gozar.


Salmo 105:5 Acordaos de las maravillas que él ha hecho, de sus prodigios y de los juicios de su boca.


Acuérdate Reyna de las maravillas que Dios ha hecho para contigo!!!

Gracias por cada una de tus bendiciones y maravillas en mi vida Padre, no comprendo por qué tanto, por qué a mi, sé que no las merezco pero cómo las gozo, te alabo por tu amor y tu bondad inigualables.

Silencio

Salmo 83:1. “Oh Dios, no guardes silencio, No calles, oh Dios, ni te estés quieto”
Que tranquilidad para mi es leer que alguien más en la Biblia sintió lo mismo. Sí, a veces siento que Dios prefiere callarse y no decir nada. Es normal sentir desesperación y pedir respuesta cuando la anhelamos. Es válido insistir, preguntar y orar y más cuando le preguntamos al que sabe todas las cosas.
Puede ser que en ocasiones sintamos que el Señor no se mueve cuando “debería hacerlo” quisiéramos un poco de acción y la pedimos, a veces muy amablemente: calmados; en otras ocasiones en total desesperación: a gritos.
Creo que aún en el silencio Dios nos habla y nos quiere decir algo:
…quizá esté tratando de decirme que me calle también y comience a contemplar cómo él va encaminando las cosas hacia un rumbo fijo, definido y planeado previamente por él para que lo camine.
… quizá quiere que comience a confiar más en él y menos en lo que pienso que Él debería de hacer (eso definitivamente es arrogancia).
Sea lo que fuere de mi lista de “quizás”, lo que sí sé es que me está dando la oportunidad de ser agradecida por todo lo que me da y por su plan eterno aún cuando los detalles mínimos no encajen en el momento ya que yo no tengo el panorama global a la vista.


Al voltear atrás en mi vida puedo darme cuenta que cuando Dios ha guardado silencio y aparentemente se ha estado quieto, es cuando más lo he escuchado, cuando más lo he sentido y más cosas me ha enseñado, pues ha sido en esos momentos cuando Él se ha encargado totalmente de mi vida sin que le estorbe mi intervención. Qué paciente ha sido conmigo.


Gracias Jesús por ayudarme a escucharte aún en el silencio, enséñame a confiar en ti plenamente, a recordar a cada momento que tu tienes todo bajo control y eres el que hace girar mi mundo aún cuando parezcas quieto.

Él oye mi voz

Considero que orar es una de las mejores actividades de un cristiano. Cuando oro y expreso alguna necesidad mía es el único momento en que puedo tener la seguridad de que alguien está realmente escuchando y no sólo eso, sino también comprendiéndome, no sólo mostrando empatía sino acción ya que también hará algo al respecto. Cuando oro por otra persona sé que es lo mejor que puedo hacer por y para él ya que la oración va más allá de mis capacidades y conocimiento limitado y El Señor siempre obra a favor de lo mejor.

Cuando le expreso en mis oraciones que no sé que hacer o qué aconsejar a otra persona qué haga, sé que Dios sí sabe todos los detalles relacionados con la situación y no sólo eso, sino cómo resultará en lo mejor y Él se hará cargo.
Interceder por alguien es algo que todos pueden hacer y que no pueden atribuirse mérito por los resultados recibidos ya que en realidad el que hace las cosas y se lleva las palmas de principio a fin es el Señor.
Cuando recibo respuesta a una oración me lleno de alegría, agradecimiento y mi fe crece, puedo estar una vez más consiente de que a pesar de lo pequeña que soy mi Dios todo poderoso presta atención a mis palabras y actúa según su voluntad.

Para mi, orar e interceder, es el mejor de los ministerios ya que no es necesario que nadie te vea para servir, nadie se forma ideas erradas de ti, no requiere plataformas, micrófono, invitaciones, ni tienta a nadie a esperar un pago por ello. Orar es la forma más genuina de mostrar lo que llamo “interés desinteresado” porque te interesa la persona pero no tienes ningún interés personal de algo que quieras recibir de su parte.

Gracias Dios por escucharme, por responder, por actuar, por comprender. Eres el mejor compañero de plática que existe y el único todopoderoso.


Salmo 55:16-17. En cuanto a mi, a Dios clamaré: y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré y él oirá mi voz.

Dulce meditación

Salmo 104:34. Dulce será mi meditación en él; yo me regocijaré en Jehová.

No recuerdo hace cuantos años me he enterado la importancia que le han dado a meditar; sí que han sabido vender la idea pues la sociedad ha consumido mucho a cerca de diferentes tipos de concentración, el budismo, hinduismo, shamanismo, artes marciales, tai chi, escuelas de vedanta, yoga, bla, bla, bla…muchas técnicas aseguran paz mental y quitar el estrés.

No es nada nuevo que meditar sirva para salud física y mental, logrando paz interior, serenidad y calma, por algo la Biblia menciona lo dulce que es meditar en Él, ya que es el único que puede darnos vida y vida en abundancia.

Creo que meditar es una capacidad dada por Dios y por ello todo mundo puede hacer con sólo ejercitarlo y ser constantes en ello.


Qué lindo saber que no necesito involucrarme en ese tipo de filosofías ya que la mejor meditación que puedo tener es cuando:
· Me concentro en Dios, en sus atributos, sus proezas, las bendiciones con las cuales me colma cada día (en lugar de un simple objeto o “mandala”)
· Le pido a Dios que cambie mis pensamientos por lo suyos (no por los de algún otro humano excéntrico)

· Me alejo de la rutina diaria y del afán y puedo rendirme a Dios para aprender de él y disfrutarle.

Dulce es meditar en ti, disfrutable, me genera alegría. Quiero meditar en ti todo el día, en tu palabra pues es la verdad, sí, cada día de mi vida, quiero disfrutar lo dulce de ti, regocijarme en ti en consecuencia.

Fuera de ti: NADA

Mucho de esta vida es desear y desear, amontonar, conseguir, luchar, alcanzar.



Desde que eres niño eres entrenado para ello, deseas que llegue tu cumpleaños, la navidad y cualquier festividad que sea un buen pretexto para extender tu lista de deseos y conseguirla. En un abrir y cerrar de ojos ya eres un joven, en la universidad te entrenan para desear aún más! Te impulsan a desear, sí!: tener un buen empleo, posición, por supuesto sueldo! Tú sabes, eso te permitirá tener "todo"...sí todo lo que deseas. Muchos afirman que estar en una situación así "asegura" tu éxito, posición, fama, amistades, viajes por el mundo, popularidad... felicidad.



Qué descanso cuando cada día puedo estar consciente que, tanto en esta tierra como en el cielo sólo tengo a Dios y fuera de él no deseo nada más, en realidad todo sale sobrando y puedo ver que cada cosa que había deseado y que ahora poseo, en realidad no me da nada de lo que "prometieron" que me daría. Es muy lindo tener cosas, alcanzar sueños, pero piensa: todo es pasajero, limitado, terrenal. Mi único deseo real es Jesús. Él es eterno y fiel. Fuera de él todo parece tan superficial, tan vano, tan inútil, sin embargo él te ayuda a disfrutar las pequeñas cosas de la vida en una gran manera.



Gracias Señor por ser el único y mejor deseo que pueda tener en esta vida y en la eterna.




A quién tengo yo en los cielos sino a ti?Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Salmo 73: 25