Cada mañana me despierto con una carita sonriente, la cual llevo a mi cama platicamos, nos hacemos cosquillas e invariablemente el hambre nos levanta. He aquí cómo comienza a pedirme desayuno “tengo ambe” y quiere “bebo”.
Dulces recuerdos
Cada mañana me despierto con una carita sonriente, la cual llevo a mi cama platicamos, nos hacemos cosquillas e invariablemente el hambre nos levanta. He aquí cómo comienza a pedirme desayuno “tengo ambe” y quiere “bebo”.
Dulces recuerdos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Puedes enviar tus comentarios a mi email