Lo que viví hoy jamás lo olvidaré.
Estoy segura porque es de esas cosas de la vida que te marcan.
Hoy perdí mucha sangre.
Comencé sintiendo debilidad, cansancio, luego viendo bolitas de colores, sintiendo que me iba a desmayar y luego de ver gris a ya no ver.
Mi mamá y Raúl han de haber sentido que el auto no avanzaba.
De la casa al Doctor y luego él del Doctor a casa y al poco tiempo al hospital.
Lo que nos dijo en ese consultorio también no se me olvidará.
Yo quería esperar a ver si se me detenía el sangrado.
No quería separarme de mis hijos.
Tantas opciones y posibilidades.
Tanto dolor físico pero también emocional.
Estoy feliz de que no estuve sola.
Estoy contenta de que todo tiene remedio.
Duele pero es parte del vivir.
A veces duele el físico, a veces el alma, duele pensar también en ocasiones, lo importante no es evitar el dolor, sino saber cómo lo manejaremos y qué haremos con él.
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