Qué me pasó?

Qué me ha pasado? Antes, me consideraba una persona paciente, MUY paciente a decir verdad, era una virtud que “suponía” tener, miraba dentro de mi interior y pensaba: “Ah! pero qué paciente soy”. (JA-JA captas mi tono?)

Sí, lo sé, estoy repitiendo mucho la palabra paciente, no quiero impacientarte, sólo dejarlo claro.

Supongo que a partir de que fui mamá eso comenzó a cambiar en realidad, soy paciente?. Tengo algunas teorías:

1. Perdí la paciencia en el camino
2. Mi paciencia sigue ahí pero se pone en “pausa” o “desaparece” en determinados momentos del día (uuuuuuu)
3. Nunca fui paciente en realidad

Cuando pienso en el número 3 siento feo, porque supongo que así fue, es fácil ser paciente cuando no hay nada complicado, agotador o que requiera un esfuerzo extra… cuando todo está “bajo control”, es ahora que requiero paciencia que me estoy dando cuenta que me falta.

Sí, te das cuenta que posees cierta virtud o has desarrollado carácter cuando las circunstancias te presionan para sacar lo que tienes dentro… cuando te sientes aplastada surge la realidad que hay dentro de ti. Cómo reaccionas tu bajo presión?

No te asustes estoy tranquila, tranquila porque sé que cada momento en el que me sienta más desesperada o menos apta para algo será porque estoy en una escuela, en una prueba, en un momento del tiempo donde puedo rendirme o continuar. Continuaré, don´t worry.

No sé si sea paciente o no, lo que tengo por seguro es que quizá en esta escuela de la vida obtenga un doctorado, oh sí, día a día, a cada instante lo intentaré… oh sí.