41 Evidencias de orgullo

1.¿Desprecias o ves como inferiores a las personas que son menos educadas, menos acomodadas o menos exitosas que tú?

2.¿Te ves a ti mismo como una persona más espiritual que tus compañeras o hermanas de tu iglesia?

3.¿Tienes un espíritu crítico hacia aquellos que no viven de acuerdo al mismo estilo de vida que tu has escogido, tales como criterios sobre forma de vestir, educación de los hijos, tipos de entretenimiento, etc.?

4.¿Encuentras con facilidad las faltas en los demás, verbalizando esas ideas a otros? ¿Tienes una lengua cortante y crítica?

5.¿Corriges y criticas frecuentemente a tu compañero, pastor o a otras personas en posiciones de liderazgo (maestros, directivos, etc.)?

6.¿Le dedicas un tiempo excesivo al esfuerzo por mantener tu apariencia física—cabello, maquillaje, ropa, peso, forma física? ¿Evitas tener las señales de envejecimiento?

7.¿Estas orgullosa de la agenda que llevas, de cuán disciplinada eres o cuanto puedes lograr?

8.¿Eres motivada por el reconocimiento, la aprobación, la aceptación o el halago de los demás?

9.¿Eres argumentativa o te gusta discutir?

10. ¿Siempre piensas que tu forma de hacer las cosas es la forma correcta, la única manera de hacerlo o la mejor forma?

11. ¿Tienes un espíritu sensible? ¿Te ofendes fácilmente? ¿Te hieren los sentimientos fácilmente?

12. ¿Pretendes ser lo que no eres? ¿Tratas de dar una mejor impresión de ti misma, mas allá de lo verdadero? (¿Se sorprenderían las personas de la iglesia si supieran como eres realmente en tu casa?)

13. ¿Te cuesta admitir que estás equivocada?

14. ¿Te cuesta confesar tus pecados a Dios y a otros (no en cuanto a generalidades, sino de manera específica)?

15. ¿Tienes dificultad de compartir con otros tu verdadera necesidad espiritual y tus luchas?

16. ¿Te cuesta orar en voz alta con los demás?

17. ¿Eres excesivamente tímida?

18. ¿Te cuesta relacionarte y ser amistosa en la iglesia con las personas que no conoces?

19. ¿Te resientes cuando se te pide algo o cuando se espera que sirvas a tu familia o a otros?

20. ¿Te pones a la defensiva cuando eres criticada y corregida?

21. ¿Eres perfeccionista? ¿Te impacientas con las personas que no lo son?

22. ¿Tiendes a ser controladora —de tu esposo, de tus hijos, de tus amigos, de aquellos con los que trabajas?

23. ¿Interrumpes a las personas frecuentemente cuando están hablando?

24. ¿Se siente tu esposo intimidado por tu “espiritualidad”?

25. ¿Siente tu esposo que nunca podrá llenar tus expectativas de lo que significa ser un buen esposo o un líder espiritual, etc.?

26. ¿Te quejas con frecuencia —del clima, de tu salud, de tus circunstancias, de tu trabajo o de tu iglesia?

27. ¿Hablas mucho de ti misma?

28. ¿Estás más preocupada por tus propios problemas, necesidades y cargas que por las preocupaciones de los demás?

29. ¿Te preocupa lo que otros piensen de ti? ¿Te preocupas demasiado por tu reputación o la de tu familia?

30. ¿Eres negligente a la hora de expresar gratitud por las “pequeñas cosas”? ¿Hacia Dios? ¿Hacia los demás?

31. ¿Te descuidas en la oración y en la meditación de La Palabra?

32. ¿Te hieres cuando tus logros o actos de servicio no son reconocidos o recompensados?

33. ¿Te hiere que tus opiniones o tus sentimientos no sean tomados en cuenta por tu compañero o por tu jefe, o cuando toman decisiones sin informártelo?

34. ¿Reaccionas ante las reglas? ¿Te disgusta que te digan lo que tienes que hacer?

35. ¿Estás muy consciente de ti misma debido a tu educación o por tu belleza natural o estatus socio-económico?

36. ¿Evitas participar en ciertos eventos por miedo a ser avergonzada o lucir tonta?

37. ¿Evitas estar rodeada de cierto tipo de gente porque te sientes inferior en comparación a ellas o no sientes que estás a su altura?

38. ¿Te sientes incómoda invitando personas a tu casa porque no crees que sea lo suficientemente bonita o porque no puedes atenderlas de manera espléndida?

39. ¿Se te hace difícil hacerle saber a los demás cuando necesitas ayuda (práctica o espiritual)

40. ¿Cuándo fue la última vez que dijiste estas palabras a un miembro de tu familia o compañero de trabajo: “Me equivoqué, ¿me podrías perdonar?’ (Si ha sido hace más de un mes, márcala.)

41. ¿Estás ahí pensando cuántas de estas preguntas le aplicarían a alguien que conoces? ¿Te sientes bien pensando que muchas de estas cosas no te aplican a ti?

Por Nancy Leigh DeMoss © Revive Our Hearts. www.ReviveOurHearts.com

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