Mi amado es resplandeciente y sonrosado, distinguido entre diez mil.
Su cabeza es como oro, oro puro, sus cabellos, como racimos de dátiles,
negros como el cuervo.
Sus ojos son como palomas junto a corrientes de agua, bañados en leche, colocados en su engaste. Sus mejillas, como eras de bálsamo, como riberas de hierbas aromáticas; sus labios son lirios que destilan mirra líquida.
Sus manos, barras de oro engastadas de berilo; su vientre, marfil tallado
recubierto de zafiros.
Sus piernas, columnas de alabastro asentadas sobre basas de oro puro;
su aspecto, como el Líbano, gallardo como los cedros. Su paladar, dulcísimo,
y todo él, deseable.
Este es mi amado y éste es mi amigo, hijas de Jerusalén. LBLA
(Es la descripción de una esposa sobre su amado).
La crítica deja cicatrices, pero el alentar al otro trae sanación.
Recuerda esto mientras te enfocas en este día.
Casi nada es tan devastador para un hombre que la creencia de que su esposa lo encuentra repulsivo. Tristemente, muchas mujeres, de manera poco sabia, critican el cuerpo o cómo lucen físicamente sus esposos.
●¿Has considerado cuan maravillosamente Dios ha diseñado al hombre y a la mujer? No importa como un hombre, en los estándares del mundo, un Dios amante los diseñó a todos, y son hermosos a Sus ojos. Alaba a tu esposo hoy elogiando lo único y especial que es.
Al mirar el cuerpo de tu esposo, desde la punta de los pies hasta su cabeza calva o llena de pelo, dele gracias a Dios de que tu esposo ha sido "maravillosamente hecho", luego halaga a tu esposo verbalmente (●¿Acaso tiene brazos fuertes, pecho velludo, manos firmes, pies grandes, una buena quijada, hombros anchos, ojos compasivos, o una amplia sonrisa?)
© Por: Nancy Leigh DeMoss. ReviveOurHearts-AvivaNuestrosCorazones.com. Adaptado por: Reyna Orozco Meraz.
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