Proverbios 3:13-18
“13Bienaventurado el hombre que halla sabiduría
y el hombre que adquiere entendimiento;
14porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades mejor que el oro fino.
15Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella.
16Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra.
17Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz.
18Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y felices son los que la abrazan”
Cuando el autor de Proverbios describe los beneficios de la sabiduría, también señala los beneficios de cada uno de los demás hábitos y disciplinas inspirados por las Escrituras. Y ya que la práctica de ser agradecido es una característica básica del pueblo de Dios, creo que estos pasajes que nos exhortan a vivir sabia y piadosamente pueden aplicarse al tema de ser agradecidos. Por eso me gusta lo que está implícito en la lectura de hoy. Inicia y termina con una palabra de bienaventuranza que muestra el tipo de persona que Dios desea que seamos y que nos capacita a ser.
En esta traducción, la palabra hacia el final es “felices”. Para muchas personas, la felicidad está ligada a sus circunstancias- es decir, a lo que sucede en sus vidas. Sin embargo, para los cristianos, la felicidad o bienaventuranza no depende del clima, el mercado de valores, o cómo nos quedó el último corte de pelo. La verdadera felicidad- ese sentido de paz inconmovible, contentamiento y bienestar- vienen cuando recordamos las bendiciones que tenemos en Cristo y respondemos en gratitud.
Hemos hablado de expresar nuestra gratitud “en voz alta” y vocalizar lo que Dios está haciendo. Asegúrate de que tu rostro también exprese ese corazón de gozo y agradecimiento.
© Por: Nancy Leigh DeMoss. ReviveOurHearts-AvivaNuestrosCorazones.com. Adaptado por: Reyna Orozco Meraz.
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