Reyna Orozco: El último día del año

Este post/entrada/cartita es en realidad mi oportunidad ideal para desearte una etapa de descanso y convivencia con tu familia y seres queridos. Deseo que en estas fechas hagamos una pausa para reflexionar lo que ha pasado en el transcurso de este año, que fue con up & downs MUY BUENO. Las expencias y personas que cruzamos caminos a través de este Blog han dejado huella en mi corazón. Estoy expectante para el 2010.

Hace tiempo leí un pensamiento que me gustó mucho. Y expresaba algo similar a lo que quiero recordarles al finalizar esta nota:

Ahora que termina este año, es como cerrar un volumen más de nuestra vida. Cuando comenzamos a escribir ese libro, era todo nuestro; Dios lo puso en nuestras manos, con nuestro libre albedrío, pensamientos y acciones elegimos lo que fuimos escribiendo en él: a veces un poema, quizá una pesadilla... o una oración... te invito a tomar su libro y leerlo despacio, hojearlo... dejar pasar sus páginas por tus manos y por tu conciencia. Es un libro misterioso cuya mayor parte (la más interesante), sólo pueden leerla tú y Dios, nadie más. Si sientes deseos de abrazar tu libro hazlo, si te dan ganas de llorar, llora... llora fuerte sobre sus viejas páginas en esa noche.

Leamos todo... repitamos aquellas páginas de nuestra vida en las que pusimos nuestros mejores estímulos y esfuerzos... leamos también aquellas otras páginas que hubiéramos querido no haber escrito nunca... No!, no intentemos arrancarlas... es inútil, tengamos el valor de leerlas, son nuestras, ya no podemos destruirlas, han pasado al dominio de la eternidad... Lo que si podemos hacer, es anularlas cuando escribamos el volumen siguiente, este año que comienza, si lo hacemos así, seguro Dios se las pasará de corrido cuando lea nuestro libro en el último día.

En pocos días que terminará el año 2009, intentemos escribir una mejor historia en el tomo 2010, nosotros, en escena con Dios... con nuestros semejantes, compañeros de trabajo, amigos, familia... con la vida. En él vamos a poder escribir lo que QUERAMOS, lo que DECIDAMOS. Sería maravilloso que comenzáramos escribiendo: “Jesús”, y le pidiéramos que no nos dejara solos, que nos hiciera personas más agradecidas, que nos tomara en sus manos para escribir una mejor historia en la que podamos seguir su ejemplo y ser mejores personas cada día.