Reyna Orozco: Un primero de Diciembre

Despierto y todo a mi alrededor habla sobre el “nuevo nacimiento” que experimentará México con el cambio de presidente, termina el periodo Felipe Calderón y continúa Enrique Peña Nieto…(hasta una cita médica me fue cancelada por el acontecimiento). Dios bendiga nuestro país y que cada uno de nosotros nos esforcemos para hacer de México un mejor lugar, cada uno donde está y haciendo lo que le corresponde.

Hoy, yo festejo otro tipo de nacimiento muy especial: el de mi papá.

Presidencias irán y vendrán pero lo que un padre enseña en su hogar con ejemplo y con amor queda marcado en las mentes y corazones de sus hijos por más de un sexenio, la importancia e influencia de un papá en la vida de una hija es mucho más importante que el presidente que estaba al mando cuando nació, los que estarán durante toda su vida o el que gobernará cuando muera.

Papi:

Gracias a Dios que naciste.
Gracias porque me diste la oportunidad de vivir.
Gracias porque me has donado tu sangre varias veces.
Gracias por presentarme al mejor padre que hay, el que nunca falla, el celestial.
Gracias por quererme tanto a través de los años.
Gracias por que siempre has sido un papá muy paciente conmigo.
Gracias por hablarme con tranquilidad, amor y respeto.
Gracias por todo tu trabajo, tu esfuerzo y tu provisión a mi vida.
Gracias por tu tiempo.
Gracias por tantas enseñanzas y herencia para mi.
Gracias por tenerme confianza.
Gracias por creer en mi.
Gracias por amarme.