Lo bueno de que los hijos crezcan y hablen es que no hay más incertidumbre sobre qué tienen, de qué se quejan o dónde les duele. Apenas hace unos días una amiga nos decía que no sabía qué tenía su bebé al llorar (¿y quién si lo sabe?! en este largo camino aún tengo muchas preguntas y no lo sé todo, aunque hayan crecido).
JR en la noche comenzó a decirme que le dolía su estómago. Lo había visto desganado y sin apetito pero en un momento se sintió muy mal, ni ir al baño ayudó.
Al pedirle explicación de qué sientes me dijo:
JR: “Siento justo aquí como que me quema, como fuego, ácido o lava…”
Supe que algo no estaba bien… Y así fue. En el hospital lo vieron y notaron inflamación en su abdomen, pero nada más… ahí lo vieron vomitar y el diagnóstico cambió…lo inyectaron, estuvo en observación y lo que paso es que tuvo una infección viral, que van varios casos en la ciudad por el aire que ha hecho y así se transmite.
Gracias a Dios no es nada grave, sólo han sido varias cosa seguidas. (1o RG, luego yo, y ahora él).
Es necesario que cuando podamos brindemos a nuestros hijos explicación de las cosas y un amplio vocabulario, lleno de sinónimos para que puedan hacerse entender, sobre todo si no estamos nosotras. Las analogías y los ejemplos que usarán resultarán naturalmente, pues están dotados de las palabras para hacerlas ellos mismos. Es muy satisfactorio ver cómo crecen y van expresándose cada vez mejor.
La risa que en medio de su aburrimiento (supongo) ya al estar en observación, le pidió a su papá el cel para enviarme una foto (ni siquiera tiene plan, pero m llegó ya después cuando hubo wifi) “para que mami nos vea que ya todo pasó y estamos bien”… es cuando más oro por tantas mujeres que estando solas tienen que enfrentar tantos problemas de este tipo sin nadie a un lado, y más cuando tienen más de 1 hijo(a)..
Volvieron 2am.. gracias a Dios bien…
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