¿Alguna vez te has sentido como un número más?
Ya sabes, por ejemplo:
- Eres el #18 en la lista de alumnos de tu salón
- Eres el número 4 de tu familia
- Tu matrícula es 12345
- La placa de tu auto s ETC-0913
- Eres el jugador #7
- Estás en la fila con el turno 88
En fin… sólo un número, una cifra sin identidad, si que a nadie le importe, uno más en el montón. Este día debo admitir que así me sentí…
Fui con un ortopedista por un dolor horrible que tengo en cadera/pierna y hasta me dificulta el caminar y su primer y prácticamente única pegunta antes de comenzar a escribir fue: ¿TIENE SEGURO DE GASTOS MÉDICOS?
Jamás me escuchó ni me vio, le dije me duele la pierna izquierda y ¡me revisó la derecha solamente!, salió del consultorio diciéndome al caminar: “listo, ya venga a mi escritorio” y se fue a escribir la receta…me fui detrás de él para decirle: ¿no me va a revisar la pierna que me duele?. supongo que se molestó (aunque le dije con muy buen y respetuoso tono de voz), me dijo acuéstese y movió un poco la pierna izquierda, obvio me dolió y dijo “LISTO, ahora ya todo tiene sentido” desde la 1a vez que me revisó la pierna que NO ERA ya estaba imprimiendo la orden para una resonancia magnética carísima y seguramente programando mi operación…su diagnóstico: hernia en los discos de mi columna. Me lo recomendaron 3 personas (a las cuales operó del mismo diagnóstico…).
No sé mucho de medicina, quizá con lo poco que escuchó y me vio le dio indicios de que yo tenía eso, o quizá lo único que le importa es atender un número más, en serio ¿así se trata un paciente, así se toman las decisiones?
No sé aún qué va a pasar con mi cuerpo, lo que sí sé es que no soy un número más. Quiero recordar esa sensación y recordar que nadie merece ser tratado como un número más, como un paciente más que me pagará dinero, sino como una persona. Un paciente al cual hay que revisar, ver, atender y no sólo asustar y programar una operación sin ni siquiera ver qué tiene.
Dios tiene cuidado de mi cuerpo, de mi vida y nada de lo que sucede en mi historia se sale de su tierno y amoroso control. Él sabe qué es lo que sucede con mi cuerpo, incluso mis cabellos los tiene contados.
El es siempre bondadoso y fiel. Quise recordártelo hoy y sobre todo en las veces que te traten o te sientas como un número más…esa es en realidad sólo una sensación que surge por la manera en la que te tratan, pero es cuando debes acudir a los hechos: Dios te formó y te conoce, sabe lo que tienes antes de que tú lo sepas, antes de que puedas pensar o preocuparte por ello, él es soberano.
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