Japón

Hoy me dolían demasiado mis muelas, mis oídos estallaban, mi cabeza dolía.

Ya son varios días y sobre todo hoy que siento malestar físico. No he dormido nada bien a decir verdad.

Hoy pude ir al dentista, pude ir al doctor, estoy inyectada ya. Sí, ha habido días de cosas incómodas, noticias tristes, cosas desagradables y ganas de llorar.

Hoy vi las imágenes de Japón y nada de mis “problemas” es comparable a eso, nada de lo que pueda sentir o pensar o doler tiene comparación.

Hoy pienso que no es tanto cuestión de perspectiva, sino de realidad.

Mientras los problemas tienen solución no son problemas.

No puedo quejarme, desconsolarme o claudicar.

No, no puedes quejarte, rendirte o llorar.

Sus hijos murieron en ese desastre, están tomando yodo por la radiación, no tienen casa, refugios, alimentos, agua, lo perdieron todo. Aquí hay alimentos, agua, refugio, un clima agradable, un suelo estable.

Espero que todo este desastre y temblor sacuda nuestras mentes y corazones, que nos volvamos más sensibles ante el dolor de nuestros hermanos en Japón que ahora lloran, que ahora sufren y por razones reales. Si con la helada y no bañarse fue desesperante y es hasta ridículo hacer una comparación, ahora considera las pérdidas reales e irreversibles de este país. Este desastre es incomprensible y estratosférico.  

No, no podemos quejarnos, no podemos llorar.

Si se levantaron 1 vez, lo volverán a hacer, con la ayuda de Dios.

Let´s pray.