Sé paciente. Contigo y con los demás. Madurar toma tiempo.
🌱Mientras maduras y creces... ¿𝐄𝐫𝐞𝐬 𝐩𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞?
¿Eres paciente durante los procesos?
¿Eres paciente contigo y con los demás?
Platicando con una amiga, me contaba que ella tenía “lenta digestión” respecto a todo el "alimento" que recibía en diferentes momentos/lugares, que le tomaba “mucho más tiempo digerir lo aprendido”. Creo que a todas nos pasa, en diferente medida. Tenemos distintos ritmos y velocidades de "avance, de "digestión", de "crecimiento", de "madurez". No sé si tú también necesites tomar un espacio para orar, meditar y reflexionar en el alimento que tu espíritu, tu alma, tu mente recibe, pero creo que todas debemos darnos oportunidad de “rumiar” los mensajes, las lecciones de vida, tomarlas en serio. Y ser pacientes en el proceso, con nosotras y con los demás. Podemos orar y pedirle al Señor como cantamos juntas en días pasados: “𝐄𝐦𝐩𝐢𝐞𝐳𝐚 𝐞𝐧 𝐦𝐢, 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐞𝐧𝐠𝐚 𝐭𝐮 𝐫𝐞𝐢𝐧𝐨 𝐚𝐪𝐮𝐢́, 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐚𝐧 𝐯𝐞𝐫 𝐞𝐧 𝐦𝐢, 𝐬𝐞𝐚 𝐭𝐮 𝐢𝐦𝐚𝐠𝐞𝐧”‧
He pensado mucho en esas pausas intencionales para aprender. Es innegable que poder hacer un alto nos invita contar las bendiciones y evaluar el camino. Estos días, por ejemplo, por el aniversario del ministerio Aviva Nuestros Corazones, he pensando en la influencia que ha tenido en mi vida ¡durante los últimos 10 años! (y aún me falta sumarle los años / de inglés!) o las Escuelas, Institutos, Conferencias (en vivo o virtuales), tantas personas, familiares, amigos, maestros, pastores, líderes, iglesias, ministerios, libros, seminarios, conocidos, todo resulta un gran privilegio, por el cual debemos estar agradecidas, lo sé. Pero todo toma tiempo. La semilla toma tiempo de caer en buena tierra, morir, crecer, dar fruto.
También lo cotidiano, lo común, el día a día, está lleno de lecciones, y las valoro por igual. Sí, hay intensos momentos donde hemos sido expuestas de una manera profunda a la Palabra, saturadas de oración, adoración, recursos, comunión con amigas y hermanas, ¡tantos bellos recuerdos creados! Me alegra que gocemos la algarabía y compañía, pero también el silencio y la soledad de nuestro cuarto, con una Biblia, cantando en el hogar, es un manantial y un refugio. Cada semana de siembra, de tantos años constantes, rodeadas de personas que nos enseñan tanto, en nuestras iglesias, ministerios, cada día en nuestros hogares y tantos diferentes entornos.
Al reunirnos en cosas "masivas" esto se ve diferente pues la mayoría está siendo intencional y es muy sencillo ver personas enfocadas y contentas. Es sorprendente por ejemplo, en eventos, pensar en las miles sincronizados para enfocarse en Dios, y el gran deseo de llamar a otras a vivir por y para Él. Las ganas, la atención, la alegría y la pasión al orar, cantar y aprender juntas, es una buena combinacion, pues todos participamos con enfoque y intencionalidad. Al terminar, eso en ocasiones cambia, y veo en algunas personas un shock de realidad y cosas por atender/enfrentar al regresar a su lugar de origen, como que les cuesta más. Les animo a buscar ser intencionales también en lo que nadie ve, ni les anima, en lo privado, en lo constante.
Tengo unas preguntas en mente, que espero nos sigan en oración durante los próximos días de ser expuestos a temas qué digerir, para examinarnos, ser pacientes y avivar el don de Dios que está en nosotros:
🌱¿Qué compromisos necesito reafirmar contigo Dios?
🌱¿Qué lecciones tenías para mi? ¿Cuál mensaje recurrente me repetiste y necesito atesorar?
🌱¿A qué debo renunciar y morir? ¿A qué debo aferrarme y abrazar?
🌱¿Hay prioridades que he descuidado? ¿Cómo lucirá poner orden en eso?
🌱¿Con quién quieres que comparta lo que aprendí? ¿Cuándo? ¿Dónde?
🌱¿Qué versículos me hará bien memorizar para mantener el enfoque que te agrada?
🌱¿A quién es bueno que me acerque para iniciar o fortalecer una relación y aprender juntas?
🌱¿Estoy viviendo por fe, obedeciendo y honrándote con mi vida?
Al terminar los eventos, volvemos a nuestros lugares de origen, a lo cotidiano, a nuestros compromisos, luchas, pruebas, dificultades, tentaciones, responsabilidades y demás. 𝐄𝐬 𝐚𝐡𝐢́, 𝐞𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝 𝐝𝐢𝐚𝐫𝐢𝐚, 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐬𝐞𝐫𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐩𝐫𝐨𝐛𝐚𝐝𝐚𝐬, 𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐭𝐚𝐦𝐛𝐢𝐞́𝐧 𝐬𝐨𝐬𝐭𝐞𝐧𝐝𝐢𝐚𝐬‧ Ahí es donde 𝐝𝐞𝐛𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐢𝐫 𝐚 𝐥𝐚 𝐚𝐜𝐜𝐢𝐨́𝐧, 𝐚 𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐧𝐠𝐫𝐮𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐥𝐞𝐯𝐚𝐫 𝐥𝐚 𝐭𝐞𝐨𝐫𝐢́𝐚 𝐚 𝐥𝐚 𝐫𝐞𝐚𝐥𝐢𝐝𝐚𝐝, 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐥𝐚 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐞𝐨́ 𝐪𝐮𝐞 𝐯𝐢𝐯𝐚𝐦𝐨𝐬.
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Como le dije a mi amiga: Si estás sobreestimulada, aún con una sobrecarga de adrenalina y dopaminas: espera. Espera. Espera. Guarda Silencio. Ora. Reflexiona. Espera. 🌱Sé paciente. Dale tiempo a tu mente y corazón, para que se calme, para “digerir”. Luego de un evento, oramos que estos días te hayan dejado llena de gozo, animada y entusiasmada. 𝐋𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐂𝐫𝐢𝐬𝐭𝐨 𝐲 𝐟𝐥𝐨𝐫𝐞𝐜𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐝𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐭𝐞 𝐡𝐚 𝐩𝐥𝐚𝐧𝐭𝐚𝐝𝐨🌱, siendo fiel en tu hogar, iglesia y comunidad, en cada círculo de influencia donde Él te coloca.
Escuchamos bastante, aprendemos mucho, ahora ¡𝐝𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐲 𝐟𝐫𝐮𝐭𝐨 𝐞𝐧 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐞𝐧𝐭𝐨𝐫𝐧𝐨! Vimos nuestra condición real a la luz de la Palabra, no olvidemos quiénes somos y cuánta gracia necesitamos cada día. ¡𝐀𝐟𝐞𝐫𝐫𝐞́𝐦𝐨𝐧𝐨𝐬 𝐚 𝐒𝐮 𝐯𝐢𝐝𝐚! 𝐏𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐞𝐳𝐜𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐄́𝐥. Comencemos por lo pequeño, por lo sencillo, por lo que está tan claro en la Biblia, por lo evidente. Por cada cosa que aprendimos. 𝐁𝐮𝐬𝐪𝐮𝐞𝐦𝐨𝐬 𝐝𝐢𝐬𝐟𝐫𝐮𝐭𝐚𝐫𝐥𝐞, 𝐚𝐦𝐚𝐫𝐥𝐞 𝐲 𝐬𝐞𝐫𝐥𝐞 𝐟𝐢𝐞𝐥‧
Nuestra meta es mucho más que un slogan de iglesia o ministerio o el título de una conferencia. 𝐍𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐞𝐬 𝐂𝐫𝐢𝐬𝐭𝐨 𝐲 𝐧𝐮𝐞𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐭𝐢𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐞𝐭𝐞𝐫𝐧𝐨, por ello nuestras obras, intenciones y esfuerzos apuntan a Él. Oremos que las semillas que nos son sembradas, caigan en buena tierra, y que sean regadas y nutridas diariamente por la Fuente de Vida y expuestas al Sol de justicia.
Todo pasa, ¡pero Su Palabra no! 𝐚𝐠𝐫𝐚𝐝𝐞𝐳𝐜𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐥𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐨𝐬𝐚 𝐠𝐫𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐫 𝐞𝐧 𝐥𝐢𝐛𝐞𝐫𝐭𝐚𝐝, 𝐩𝐥𝐞𝐧𝐢𝐭𝐮𝐝 𝐲 𝐚𝐛𝐮𝐧𝐝𝐚𝐧𝐜𝐢𝐚 𝐞𝐧 𝐂𝐫𝐢𝐬𝐭𝐨. Oremos unas por otras para poder vivir de acuerdo a Su diseño, Su voluntad y Su plan.
¡Adelante con valor amigas y hermanas! ¡Amando, sirviendo, dando vida y floreciendo en donde Dios nos pone!
𝐂𝐨𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫, 𝐑𝐞𝐲𝐧𝐚. 🌱
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