Cómo combatir los pretextos
para no leer el Texto
Por: Reyna Orozco Meraz.
Iré al grano: No te conformes con cosas vanas, huecas, sin sentido, sin valor. Decide hoy: Lo quiero todo, quiero Su Palabra, lo quiero a Él.
Te presento una lista de 12 pretextos comunes para no estudiar la Palabra, así como una sacudida a la realidad y una exhortación a deshacerte de ellos:
1. “Estudiar la Biblia es trabajo de Pastores y Maestros, ellos me explicarán”
¡Pretexto! ¡Todos necesitamos la Palabra de Dios! ¿Te gustaría que alguien siempre masticara tu comida y luego te la diera de comer? es algo similar con la Palabra, TÚ necesitas ir por el Pan Diario, no solo alimentarte de lo que otros ya digirieron. Lee el Salmo 119 enfocándote en la importancia de hacerlo. “Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová...los que guardan sus testimonios, y con todo el corazón le buscan”. Sé tú esa bienaventurada. ¡Necesitas ir a la Fuente! y no solo acudir a ministerios bíblicos o Cristocéntricos como Aviva Nuestros Corazones y otros.
2. “No tengo tiempo”
¡Pretexto! Admito con tristeza que es uno de los más comunes y que más he usado. Minutos forman horas, horas... días, días...meses y luego de años: Tu vida. Si no apartas minutos hoy, se te irá tu existencia perdiendo una riqueza enorme. Todo tiene su tiempo (Lee todo Eclesiastés 3). Agenda tiempo para leer, así como haces con otras cosas que te interesan, hazlo desde hoy. Si tienes tiempo de leer este artículo y tus redes sociales... deberías tenerlo para leer la Biblia, ¡Elije lo mejor!
3. “No me gusta”
¡Pretexto! ¿Has visto a los niños hacer un gesto de desagrado ante un alimento que jamás han comido, así como escuchado sus quejas diciendo que no les gusta? ¡¿Cómo te va a gustar algo que no has probado lo suficiente?! Desarrolla tu paladar espiritual consumiendo la Palabra continuamente, se te antoje o no, entre más conozcas a Dios, más te gustará hacerlo. Si en realidad Lo amas, querrás escuchar Sus palabras. ¡Son más dulces que la miel!
4. “Siempre estoy muy cansada/enferma”
¡Pretexto!. Por más cansada que estés encuentras tiempo para cosas que quieres hacer, si no tienes fuerzas, clama por ellas: El da fuerzas al fatigado,
y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor. …pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, aminarán y no se fatigarán. Isaías 40:29-31. En ocasiones me he encontrado en mi cama con la audiobiblia encendida pues es la única manera en que he podido alimentarme y esa ha sido mi fortaleza.
5. “Estoy muy ocupada”
¡Pretexto! Te ocupas en lo que te interesa, ¿por qué no, en conocer la Palabra?, Porque no te interesa. Necesitamos interés, disposición y disciplina. Pienso en Josué… Si alguien estaba ocupado era Él...imagina lidiar con los problemas de más de 2 millones de personas, mucho más que un trabajo, escuela o familia y aun así tuvo la instrucción de enfocarse en la Palabra: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito…” Josué 1:8-9.
6. “No veo bien, además me duele la cabeza cuando leo”
¡Pretexto! Aunque es verdad que muchas personas tienen problemas físicos y visuales, también es cierto que existen muchas maneras de poder leer la Biblia, Puedes pedirle a alguien que te lea, también será bendecido. Existen lentes para tus ojos, biblias de letra grande, biblias en audio para escuchar, internet, ipods, ipads, celulares, etc. Si estás leyendo este artículo: puedes leer la Biblia.
7. “Tengo mucho trabajo”
¡Pretexto! Recuerda las prioridades: “Entonces el Señor tu Dios te hará prosperar abundantemente en toda la obra de tu mano, … de nuevo se deleitará en ti para bien, tal como se deleitó en tus padres, si obedeces a la voz del Señor tu Dios, guardando sus mandamientos y sus estatutos que están escritos en este libro de la ley, y si te vuelves al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma. (Dt. 30:9)
8. “Mis hijos (u otros niños) que cuido no me dan oportunidad”
¡Pretexto! Si tienes hijos (u otros niños en tu esfera de influencia) no solo puedes estudiar la Palabra, sino debes estudiarla con ellos, si eres su madre, es tu obligación, si no son tus hijos puedes aun así ser una buena influencia en sus vidas, instrúyelos desde su niñez. Lee Deuteronomio 6, no es una opción, sino un mandato: Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. (v. 6-7).
9. “No sé cómo estudiar, ni cómo comprender la Biblia”.
¡Pretexto! Si lees este artículo, las noticias, blogs, redes sociales y muchas cosas más, bien puedes, seguro entenderás la Biblia, pues es un libro vivo. Pregunta, investiga, acércate a alguien que sepa cómo, pídele ideas de cómo empezar, aquí en esta página queremos ayudarte continuamente, revisa los siguientes: planes de estudio, incluso si eres principiante en el estudio de la Biblia hay muchas herramientas para ti.
10. “Me surgen muchas preguntas que nadie
puede responderme, mejor me quedo así”
¡Pretexto! Pide sabiduría. Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (Santiago 1:5) Job se sintió así… mira: “Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? … Te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven” (Job 42:1-5). Ora. Busca una iglesia bíblica, una mentora o consejera, sigue preguntando, finalmente encontrarás a alguien que pueda responder, Dios provee.
11. “En vacaciones o en algún momento libre leeré más
para compensar todo lo que no he leído hasta ahora”.
¡Pretexto!. Necesitamos Su Palabra diariamente, oremos así: Danos hoy el pan nuestro de cada día. Mateo 6:11. No solo el alimento físico, también el espiritual. No podemos vivir años sin comer y en un sólo día comer todo lo que necesitaremos para el resto de la vida. Si has tenido tiempo sin acercarte a la Palabra, no te rindas, puedes comenzar otra vez. Te invito a comenzar por el Reto de 30 días de lectura Bíblica.
12. Tengo muchos problemas como para enfocarme en leer.
¡Pretexto! Tu problema principal es de prioridades, lee el Salmo 37 para enfocar tus prioridades correctamente. Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, confía en Él, que Él actuará (vv.4 y 5).
Pudiera continuar … al parecer somos especialistas en pretextos (dímelo a mí), necesitamos poner nuestros ojos en Jesús.
Que al ocaso de nuestra vida podamos decir: “Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos, de continuo, hasta el fin”. Oremos juntas: “Comienza Tu obra en mí, Señor; Sostenme, y seré salva, y me regocijaré siempre en Tus estatutos, quiero dejar atrás mis argumentos, indiferencia y pereza, por favor Señor, hazme una #MujerdelaPalabra, con tu ayuda lo podré hacer, haré mi parte, háblame Señor ahí”. Amén.
Día 18. El Viaje de los 30 días a través del Manifiesto de una Mujer Verdadera anima a dejar a un lado la pereza y los pretextos y convertirte en una #MujerdelaPalabra.
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Artículo escrito por Reyna Orozco Meraz para el Ministerio Aviva Nuestros Corazones ® www.avivanuestroscorazones.com
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