Es muy fácil rendirse, aceptar que no puedes y soltar las riendas para que “pase lo que tenga qué pasar”, si los caballos de la carreta quieren descarrilarse por el camino es más sencillo “dejarlos tomar el rumbo que deseen” que tomar más firme la rienda y resistir la presión.
Muchas veces me he sentido tentada a soltar la rienda y “ver qué pasa”, muchas veces doy vueltas en mi mente y pienso que ya no dí con la salida a tiempo, es justo en ese momento cuando la tentación de abandonar es más fuerte cuando he sido provista de una salida y he podido soportar.
Es mi deseo que cuando tengas tales pensamientos, deseos o sensaciones presionantes recuerdes que fiel es el que prometió.
No nos ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tendtados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
1 Corintios 10:13
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