El cierre de la “saga”

Si no conoces a qué “saga” me refiero puedes leerla en los archivos de mayo y junio…

Hoy mientras escribo esto ya estoy en casa… ayer después de la fiesta que tuvimos porque ya no tenía el cateter, cuando llegamos a casa anoche sí tuve dolor…algo, pero tolerable.

Cuando me acosté de repente sentí como una horrible descarga eléctrica y me volví a repetir: “no, a mi no me va a pasar, no tendré ese espasmo y no iré al hospital otra vez”.

Se calmo el dolor, se pasó la descarga, pasó el tiempo, me tomé los medicamento y me dormí, un par de horas porque el dolor iba y venía y las interminables visitas al baño (unas reales y otras ficticias, ya que la sensación es engañosa)…

el dolor comenzó a subir

y subir

y … subir

pensé que no podía subir más pero lo hizo, era incluso PEOR que la primera vez.

Las instrucciones eran… llameme al celular y corra al hospital…

Así que primero conseguí a mi mamá para ver si podía venir a quedarse con los niños a la casa (madrugada: dormían obviamente) y se vino de inmediato.

Luego llamé al doctor…con la voz más ronca que yo me contestó y me dijo: para qué se esperó tanto? los síntomas que describe son como un cóloco hepático (what? qué es eso?) váyase YA al hospital y de ahí me llaman…

Resta decir que me dormí vestida (del cansancio, pero eso también fue un acierto y una fortuna ya que eso ahorró tiempo).

Raúl manejó con precaución pero oh..sí que le pisó…

Veía las lucecitas parar como en las películas entre mi llanto. Quien me conoce sabe que soporto mucho dolor y que no lloro por cualquier pellizco… era un dolor enorme y en serio mayor que la 1er vez…recuerdo y hasta frío me da

Hoy doy gracias por:

• Urgencias
• Las entradas de emergencia donde te deja el auto y estás a pasos de la ayuda
• Las sillas de ruedas y el personal que te auxilia porque ve que ni paso puedes dar
• Las agujas, las canalizadas

• Las personas que deciden ser enfermeros como Alfonso Villalba, superman, enfermero estrella que me atendió tan oportunamente
• Las “simpáticas” stickers circulares que impiden que te desangres una vez que sacan la enorme aguja de tu muñeca y tienen un toque divertido o infantil en medio de lo feo y a RG le encantó.

• los “cocteles” de medicamentos que “prontamente” ponen fin al horrendo dolor y aunque te hacen sentir la boca tan seca, ver borroso y adormilarte sientes que ya todo pasó…(deberían de venderlos en farmacias jajaja AJÁ!)
• las mantitas en el frío del hospital y con la bata incómoda que le ponen a los enfermos

• El celular y las fotos sin sentido que muchos jamás comprenden cómo puedo tomar (o pedir que me tomen) y por qué o para qué las tomo. No, no me aterra tomar fotos en momentos de dolor, de todo tiene la vida. Algunas imágenes hasta te ayudan para fines pedagógicos…tales como explicar a JR cómo es que me meten el medicamento por mi mano! con imágenes es más comprensible contestar sus múltiples e interminables preguntas. Si quiere ser doctor debe familiarizarse con este tipo de cosas (no, no te preocupes, no le enseño cosas feas o inapropiadas o dolorosas como ver a su mami sufrir a sus 5yo).
• las tarjetas de crédito…ouch….(te imaginarás)
• Al salir poder reír con R cuando me dice en tono de bróma y sarcasmo “era demasiado verdad? salir y ya que no pasara nada, era demasiado normal, requerías acción y adrenalina o qué?”, la verdad no, lo menos que quisiera es vivir este dolor o que alguien lo sufra. Sí, fue extremo, a decir verdad nuestras experiencias extremas han cambiado mucho de tono al pasar los años, también su costo, duración e intensidad.

Salir bien y por mi pie fue cerrar “con broche de oro” y dar fin (así lo creo y espero y anhelo) a este capítulo medio terrorífico y tenebroso.

post y fotos via celular