Recuerdo el momento cuando firmamos el acta matrimonial, ese documento donde legalmente dice que somos un matrimonio.
Había unas letras pequeñas en ese contrato matrimonial. Esas letras minúsculas que es imposible ver cuando estas casándote, eran tan pequeñas que ni tu ni yo las vimos, es como si hubieran estado adjuntas a un documento de vida en la parte de atrás, con tinta invisible para sesionarse de que no las leyéramos. Esas que vienen implícitas en todo contrato.
A lo largo del tiempo hemos ido leyendo esas pequeñas letras, esos detalles del matrimonio que jamás te imaginaste vivir…
Seguro no te imaginabas pues no leíste…
- Que te habías de comer ese horrible 1er caldo que hice (un pollo y verduras con agua sin más en la olla presto).
- La cantidad de palabras que habías de escuchar de mis de labios cuando hablo mucho y tampoco sobre los silencios incómodos que también presenciarías cuando algo me molesta.
- Las muchas veces mojaría con mis lágrimas tu hombro y o la cantidad de kleenex me pasarías
- Los sustos que te iba a poner en la noche, ya el último tirón del embarazo por despertar con un horrible calambre, dolor ciático y que me tendrías que cargar literalmente en peso… al baño
- Sobre el SPM o PMS, la depresión post-parto o las dudas preocupación y preguntas del pre-parto
- Lo necesario que es sacar la basura esté lloviendo, nevando o relampagueando (para que los pañalitos no fumiguen nuestro hogar).
- Que habrías de aprender en 3 minutos a ponerme inyecciones mientras estábamos de “vacaciones”
- Lo rápido que llegan los recibos, fechas de pago y cuentas por pagar y lo mucho que se trabaja para poderlos pagar con una familia de ahora 4.
- Que ibas a tener que funcionar al máximo con pocas horas de sueño y trabajando como super héroe
- Todas las cosas que se suben y bajan del auto cada salida
- La cantidad de cobijas, empalmes y grados de calentón/calefacción que soportarías por lo friolenta que soy (y pago por ella claro).
- La cantidad de palabras por minuto que un niño en edad preescolar puede hablar y las preguntas que hay que responderle….
- Tu ritmo de vida iba a cambiar tanto…
- entre muchas cosas más…
No, yo tampoco leí la parte donde decía que:
- No estaría siempre junto a ti, que tendrías que trabajar mucho, algunas veces viajar lejos y estaría aquí sola, extrañándote horrible
- Las siestas desaparecerían, mis horas de sueño se reducirían al máximo y el tiempo activo de un día sería lo mismo de mañana, tarde, noche o madrugada
- Habría de decidir entre seguir viviendo mi vida de soltera, pero casada o hacer cambios para formar una familia, un hogar
- Perdería algunas “amistades” por simplemente estar en diferente etapa de vida
- Te gustaría mudarte varias veces de casa y que eso pondría mi estabilidad al límite
- Iba a cambiar tanto física, mental y emocionalmente en tan poco tiempo
- La gente iba a esperar lo mismo de mi y yo ya no sería la misma para poderlo dar
- Es posible lastimarse una mano tan gravemente por el simple hecho de cargar bebés (y su equipaje)
- Iba a ser tan complejo responder a la pregunta ¿que voy a cocinarles hoy?
- Los niños pequeños quiebran y pierden tantas cosas
- Mi ritmo de vida iba a cambiar tanto
- entre muchas cosas más…
Ninguno de los dos leímos sobre:
- La cantidad de decisiones importantes y trascendentes que deberíamos tomar
- Las tantas veces que clamaríamos por dirección en nuestra vida
- La cantidad de dolor que se siente en el corazón al ver a un hijo(a) enfermo(a)
- Las dudas que trae consigo la paternidad y maternidad
- El reto que es educar, guiar y formar otros seres humanos
- Lo rápido que se ensucia una casa con niños pequeños y lo que cuesta mantenerla limpia
- Las goteras, tuberías reventadas, fallas de auto y cosas arruinadas (en fin materiales) que habíamos de reparar
- Comprender lo diferente de nuestra naturaleza, aprender de ella, disfrutarla y así crecer, madurar
Claro que a pesar de esas letras pequeñas ambos hemos hecho una muy buena combinación… ¡sólo mira a los niños! ¡trae a tu mente los buenos recuerdos, las risas lo bien que la hemos pasado! y sí, admitámoslo también hemos hecho desastres, nos hemos equivocado… sí, perdido llaves, documentos, dejado llaves abiertas, luces prendidas, ponchado llantas, olvidado fechas, compromisos y citas importantes, también la hemos regado.
Creo que hemos sobrevivido a todas esas letras pequeñas por una sola razón: las LETRAS GRANDES. Palabras cortas pero profundas que jamás comprendimos por qué no estaban impresas en ese papel, palabras que hemos leído, vivido y nos hemos demostrado a lo largo de los años y a través de todas las aventuras, retos y cambios. Palabras que no firmamos con tinta pero en las que nos hemos entregado, en las que hemos puesto nuestra huella, nuestra historia, nuestro amor.
Cada vez al finalizar el día nos decimos 2 palabras audibles, pero las otras las gritamos con acciones:
TE AMO Y MI COMPROMISO CONTIGO ES FIRME
Sí, hoy el día del amor y la amistad observo a adolescentes y jovencitos correr de un lado para otro, entusiasmados, enviando claveles, comprando flores, rodeados de sonrisas, corazones, stickers, cartas, flores, chocolates, serenatas, paseos y carcajadas. Sí, sabes que me encanta, casi tanto como la navidad, es una festividad muy linda, la etapa de novios es una etapa linda, bonita, maravillosa, es una parte, una parte pequeña pero no es todo el amor.
El amor es muy tangible fuerte y real cuando no hay ninguno de esos adornos alrededor, cuando no se tienen ganas de ser romántico, cuando se está disgustado, cansado, malhumorado, cuando la enfermedad golpea, el dolor agobia y aún así se debe continuar. Cuando estás tan cansado(a) que quisieras salir corriendo pero te quedas, cuando tienes miles de compromisos sociales pero prefieres disfrutar el tiempo disponible para tu familia. Cuando se quiere vivir por y para Dios y cuando el mayor ejemplo que seguir es él y todo lo demás gira alrededor de eso.
Hoy quiero decirte de nuevo: gracias. Gracias porque has estado ahí, brindándome una mano firme y “calientita” en todos estos momentos de la vida, no sólo cuando se sienten “mariposas en el estómago”, no sólo al firmar ese papel, no sólo en la boda o en los cumpleaños o momentos felices, sino cuando nadie más ha estado, cuando nadie más sabe cómo nos hemos sentido, cuando las cosas se ven turbias o confusas, cuando el camino es incierto, cuando nos hemos raspado, cuando nos ha dolido, cuando vamos de subida, escalando y cuando hemos resbalado con errores y fallas, cuando no sabemos qué sigue y debemos dar pasos de fe, cuando incluso no se tienen ganas de tomar la mano, cuando hay que cambiar el rumbo, cuando es necesario sembrar, escuchar, perdonar y bendecir.
Gracias, gracias, gracias por tu amor pero sobre todo por tu compromiso conmigo. Por ser el mismo en donde quiera que estamos, por elegirme a mi, por elegir a los niños, por que te importa la opinión de Dios y no la presión que ejercen los demás. Te amo, te admiro y te respeto mucho.
Ayer te mencionaba que dicen que con el tiempo terminas pareciéndote mucho a tu pareja, en su forma de ser… tengo mucho qué aprenderte y poner en práctica todavía, es una esperanza y descanso saber que en muchas áreas tengo oportunidad de ser como tu y mejorar.
I love you my dear hb, thanks for everything.
So alike thoughts. Thanks for sharing it
ResponderBorrar