¿Es posible amar a quien no conoces?
¿Es posible anhelar un abrazo, una mirada, una sonrisa de alguien que jamás has visto?
¿Es posible querer escuchar de quienes sólo has escuchado?
¿Es posible querer compartir tu vida con seres desconocidos?
¿Es posible querer tocar algo que no te pertenece?
¿Es posible estar pensando por días seguidos dónde están? ¿quienes son? ¿cómo son?
¿Es posible anhelar desesperadamente conocerles?
¿Es posible superar toda esta variación de sentimientos y preguntas y dudas y deseos y sueños y anhelos y miedos y planes…y…y demás!?
¿Es posible y aterrador al mismo tiempo entrar al mundo de los los “y si….”?
¿Es posible saber que habrá demasiados sacrificios y aún así considerar la idea de aventarse al vacío y encontrar las alas camino abajo?
Puedo decir que que es posible y en ese punto estoy ahora, no sé si tenga retorno o haya comenzado ya un nuevo recorrido.
Las posibilidades son muchas, sólo Dios sabe sus planes.
Que camino a nuestro destino encontremos los medios, las respuestas, la dirección y su plan.
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