Entre las tragedias de la vida pensé en una muy grande hoy:
No es tragedia no alcanzar jamás tus sueños, sino no tener jamás sueños por alcanzar.
Así que hoy sueña en grande, planea en grande, trabaja con fuerza, lucha con todo tu ser, no te rindas, suda, esfuérzate, motívate, anímate y pon todo de tu parte para que las cosas sucedan.
Rendirse no es la solución. Dios está contigo como poderoso gigante, ¿por qué ha de temer tu corazón o desfallecer tu alma?
Transforma tus tragedias en victorias.
Con ♥ Reyna
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